En el primer informe de la Comisión Histórica del Conflicto, conformada por 12 académicos e intelectuales,  se conoció que la guerrilla no logró sus propósitos y que ahora busca la paz porque las armas no fueron el camino. El documento fue entregado a las delegaciones que negocian la paz en La Habana, Cuba.

Los pormenores del análisis señalan que “se concluyó que la guerra no logró sus objetivos. La guerrilla no pudo conquistar el poder por la vía de las armas y, por consiguiente, la guerrilla busca una negociación de paz porque las armas no fueron el camino para acceder al poder, y van a buscar seguir sus luchas pero por la vía democrática”.

Uno de los integrantes de la comisión, Eduardo Pizarro, aseguró que el informe es un reflejo de la sociedad que se quiere crear y se confirmó que en Colombia se sufre uno de los conflictos más prolongados hoy en el mundo.

“Y ese conflicto ha producido enormes consecuencias negativas. Ha empobrecido a muchos sectores sociales obligados a desplazarse a las zonas rurales, ha afectado el crecimiento del país, por lo menos un punto cada año hace 5 décadas. Además ha conducido a más de 6 millones de colombianos al desplazamiento forzado. Esto ha agravado la pobreza en los centros urbanos. Yo creo que el balance del conflicto armado es doloroso para la sociedad colombiana”, relató.

Respecto a quién o quiénes originaron el conflicto en Colombia, Pizarro dijo que “la verdad es que hay un debate. No hay una respuesta única. Hay 2 ensayos que presentamos y tienen miradas diversas. Yo creo que para los colombianos es  importante que se conozcan muchas explicaciones e interpretaciones distintas. Y que cada quien construya su propio relato de la historia”.

Pero Pizarro dijo que el informe contiene reseñas sobre la violencia que generó el “desangre” entre el Estado colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a raíz de la creciente aparición de los grupos paramilitares y el narcotráfico. Y manifestó que “de acuerdo con el texto del doctor Teodoro Petkoff, sorprende que la composición social de base de las guerrillas, los paramilitares y soldados, son los mismos, todos provienen de familias pobres sin empleo y sin futuro. Aquí se ha visto que no es una lucha de clases entre pobres y ricos, sino muchas veces de pobres y de una misma clase social”.

Según el analista, una de las recomendaciones es hacer cambios profundos en la sociedad para erradicar el conflicto. “En los ensayos hay muchas líneas que apuntan a los factores que hay que remover. Hay que mejorar la situación sobre la pobreza rural y ofrecerles un futuro a los jóvenes de clases desfavorecidas que son, la mayoría, los que engrosan las filas de los que hacen o combaten la guerra”.

Pizarro agregó que “esto incluye grandes reformas al agro y llegar al compromiso de abandonar totalmente la mezcla de armas y urnas, el uso de actores armados para buscar ventajas electorales. Aquí hay que eliminar las prácticas como la parapolítica, de vínculos de grupos de izquierda con grupos guerrilleros, para permitirnos rechazar la violencia como mecanismo para obtener beneficios políticos. Si logramos esto no serán del todo perdidos estos 50 años de sangre”.

Finalmente, la Comisión Histórica del Conflicto hizo una recomendación: “Que esto sea una contribución y un insumo para tener un posconflicto en paz. Hay casos como en Guatemala y El Salvador que tuvieron posconflictos brutales, porque murieron más personas después de firmar la paz, que antes”.

El grupo de expertos de la comisión, cuya selección fue consensuada por ambos equipos de paz, incluye a Renán Vega, Francisco Gutiérrez Sanín, Darío Fajardo, Sergio de Zubiría, María Emma Wills, Vicente Torrijos, Jairo Hernando Estrada, Alfredo Molano, Jorge Giraldo, Gustavo Duncan, Malcolm Deas y Daniel Pecaut.

Todos los informes, que no tendrán connotaciones jurídicas, serán presenciados por los representantes de Noruega y Cuba, países garantes del proceso de paz colombiano, y de Venezuela y Chile, naciones acompañantes de la negociación.

Con el fin de divulgar esta información a los colombianos, la mesa de diálogos prevé publicar en su web los informes de los relatores que se presenten y, además, se editará un libro que incluya todos los reportes y que deberá estar disponible en bibliotecas y centros públicos en Colombia.

Fuentes cercanas al proceso hoy insistieron en que la comisión no reemplaza a una futura comisión de la verdad, que es la que tendría la responsabilidad de documentar las responsabilidades en el conflicto armado.

El trabajo de estos expertos servirá de “insumo” para esa posible comisión de la verdad, así como para la comunidad académica, las “futuras generaciones” y los propios negociadores de paz, añadieron las fuentes.