El ataque más sangriento de los últimos meses tocó ayer a Damasco
Las fuerzas apoyadas por Estados Unidos en Siria entraron este domingo al bastión yihadista de Raqa por primera vez por el sur, cruzando el río Éufrates, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Tras una maniobra de asedio que duró meses, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza de combatientes kurdos y árabes, cortó el jueves la última salida que permitía a los combatientes del grupo Estado Islámico (EI) huir de esa ciudad septentrional, al tomar una región al sur del Éufrates.
“Hoy, las FDS entraron en el sur de Raqa por primera vez y tomaron el mercado de Al Hal”, indicó este domingo Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
“El mercado está bajo control total de las FDS, pero el EI amenaza con contraatacar”, añadió.
Las FDS también anunciaron la toma del mercado de Al Hal este domingo. Desde su entrada en Raqa, el 6 de junio, se hicieron con un puñado de barrios en el este y el oeste de la ciudad, pero enfrentan una feroz resistencia del grupo EI a medida que avanzan hacia el centro de la ciudad.
Según la coalición internacional que apoya a las fuerzas antiyihadistas, en Raqa hay unos 2.500 combatientes del EI. Esta ciudad, que los yihadistas tomaron en 2014, se convirtió en un símbolo de las atrocidades del EI, así como en una base para la planificación de atentados en el extranjero.
Según la ONU, más de 100.000 civiles están “atrapados” en Raqa.
Mueren agentes de seguridad
Al menos 18 personas murieron este domingo en un atentado suicida en el este de Damasco, un ataque que es el más mortífero de los últimos meses en la capital siria.
A primera hora de la mañana, las fuerzas de seguridad sirias persiguieron tres coches bomba que se dirigían hacia el centro de Damasco. Lograron interceptar dos a la entrada de la ciudad, pero el tercero logró alcanzar la plaza Tahrir donde el conductor hizo explotar el vehículo, informaron la agencia de prensa oficial Sana y el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). “Murieron dieciocho personas”, declaró a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. Según él, al menos siete miembros de las fuerzas de seguridad sirias y dos civiles fallecieron en el ataque.
“Tras haber perseguido tres coches bomba, las autoridades lograron hacer explotar dos de ellos en la carretera hacia el aeropuerto. Rodearon el tercero en la plaza Al Ghadir -una zona de Tahrir-, en el barrio de Bab Tuma, donde el terrorista se hizo estallar matando e hiriendo a varios civiles”, indicó el ministerio del Interior en un comunicado difundido por Sana.
Un corresponsal de la AFP pudo observar los importantes daños materiales causados por la explosión, con una quincena de coches deteriorados, algunos totalmente calcinados. Cerca de ahí, una mujer lloraba en su apartamento, cuyo balcón cayó a causa de la onda expansiva del estallido. Su hija tuvo que ingresar en un hospital tras sufrir heridas por esquirlas de vidrio. En su salón, el suelo estaba cubierto de trozos de cristal y piedras.
“Oímos disparos sobre las 06H00 (03H00 GMT), y después hubo una explosión que destrozó los cristales de los edificios del barrio”, contó por teléfono un habitante de la plaza Tahrir. (I)