Al menos 32 personas murieron ayer y decenas resultaron heridas por el estallido de un coche bomba en una localidad de la provincia meridional siria de Deraa, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

En un comunicado, la ONG denunció que el atentado se registró al mediodía frente a una mezquita de la aldea de Al Yaduda, coincidiendo con el rezo del viernes. Entre las víctimas mortales de la explosión, de la que los activistas acusaron a las fuerzas del régimen sirio, figuran un niño y 10 combatientes rebeldes.

Mientras tanto, la actual ronda del proceso de paz para Siria se acerca a su final sumida en un callejón sin salida y con pocas esperanzas de que el régimen y la oposición retomen las negociaciones próximamente, debido a las discrepancias aparentemente irreconciliables entre ambas partes.

El portavoz de la oposición, Louay Safi, afirmó que es imposible avanzar en el proceso de paz si sigue como interlocutor del régimen el actual equipo negociador, al que acusó de utilizar el terrorismo como pretexto para eludir un debate sobre transición política. (EFE)