Un ataque en base militar de EE.UU. deja 13 muertos
Un tiroteo en las instalaciones del Mando de Sistemas Navales de la Marina de Estados Unidos, en el sureste de Washington, dejó ayer al menos trece personas muertas, incluido el presunto autor.
Siete horas después de que se escucharan varios disparos dentro del edificio 197 de las instalaciones militares (a las 12.20 GMT), todavía había puntos sin aclarar sobre lo sucedido, como si hubo más atacantes y la motivación, los cuales tratará de esclarecer el Buró Federal de Investigación (FBI), encargado ahora del caso.
Después de mucha confusión con las cifras de fallecidos, el alcalde de la ciudad, Vincent Gray, informó en una rueda de prensa que son al menos trece y que, con la información disponible, “no hay ninguna razón” para pensar que el tiroteo fue un ataque terrorista.
Gray dijo también que dos hombres armados y con vestimenta militar, uno de raza blanca y otro negra, están siendo buscados como “potenciales” cómplices, lo que fue corroborado por la inspectora jefe de Policía, Cathy Lanier, en una rueda de prensa.
El alcalde Vincent Gray dijo que “no hay razón” para pensar que el tiroteo fue un ataque terroristaSin embargo, la Policía Metropolitana identificó poco después a la persona de raza blanca y la consideró como “no sospechosa”, lo que significa que solo se busca al otro implicado.
Según fuentes médicas, entre las personas heridas en el tiroteo está un agente de la Policía Metropolitana, que al igual que dos mujeres, se encuentra en estado crítico.
La portavoz de MedStar Hospital Center, al que fueron trasladados algunos heridos, señaló que en el agente policial trasladado se observan múltiples heridas de bala en las piernas. “Una de las mujeres presenta una herida en el hombro, la otra tiene en la cabeza y la mano”, agregó.
De acuerdo con informaciones preliminares, un hombre ingresó al llamado Edificio 197 del complejo militar, donde trabajan unas 3.000 personas, y disparó varias veces.
En la Casa Blanca, el presidente Barack Obama condenó lo que denominó “acto cobarde” y lamentó que el país tenga que enfrentarse a “otro tiroteo”.
“Nos hallamos otra vez ante un tiroteo generalizado”, lamentó. “A medida que la investigación sobre lo ocurrido avance haremos lo posible para que quienquiera que haya realizado este acto cobarde sea responsabilizado”, dijo el presidente.
La residencia presidencial se encuentra a 8 kilómetros del lugar de los hechos. (EFE/AFP)