Representantes del Gobierno de Kiev y de los separatistas prorrusos acordaron este viernes un alto el fuego en el este de Ucrania, con mediación de Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

La tregua entre los dos bandos enfrentados, firmada durante una reunión celebrada en Minsk (Bielorrusia), entrará en vigor a partir de las 18:00 hora local de Kiev (15:00 GMT), según indicó en Twitter la autoproclamada república popular de Donetsk, información que luego confirmada por el presidente ucraniano Petro Poroshenko.

Poroshenko afirmó que su representante firmó un acuerdo "preliminar" con los rebeldes prorrusos. Confirmó que entra en vigor hoy, para lo que ordenó al Ejército suspender las hostilidades y al ministro de Exteriores (Pavló Klimkin) garantizar junto a la OSCE un control internacional efectivo para el cumplimiento del régimen del alto el fuego.

Igualmente, los separatistas prorrusos remitieron "la orden de cesar el fuego a las 18:00 hora local (...) a todas las unidades de milicianos", informó Andréi Purguin, viceministro de la autoproclamada república popular de Donetsk.

Poroshenko manifestó su esperanza de que el acuerdo, que incluye la liberación de los rehenes, "se cumpla estrictamente".

Según la jefa de la delegación de la OSCE en las consultas de Minsk, Heidi Tagliavini, el protocolo firmado hoy tiene 12 puntos, siendo el más importante el cese de las hostilidades.

Sin embargo, el representante de los rebeldes de la región de Lugansk, Igor Plotnistski, precisó que la medida adoptada hoy "no significa de ninguna manera" la renuncia a la independencia de los prorrusos.

Mientras, el primer ministro ucraniano, aparentemente reacio a negociar con los separatistas, apuntó que la paz en Ucrania debe ser establecida sobre la base del llamado Plan Poroshenko, que no da más opciones a los rebeldes que la rendición incondicional y la retirada del territorio ucraniano.

El presidente ruso Vladimir Putin presentó el miércoles un plan de paz que contemplaba, entre otras cosas, el fin de la contraofensiva de los rebeldes y la retirada de las tropas ucranianas de las cercanías de las ciudades del este de Ucrania.

No obstante, el Kremlin saludó hoy el acuerdo y expresó su deseo de que sea respetado "punto por punto".

Los cinco meses de sangriento enfrentamiento han dejado 2.600 muertos.