La creación del muro preocupa a los mexicanos
Trump rompe con la política exterior de EE.UU.
Washington DC.-
Mano tendida a Rusia, respaldo entusiasta al Brexit (salida de Gran Bretaña de la Unión Europea) y críticas contra la canciller alemana, Ángela Merkel, a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y a las políticas europeas. Donald Trump no anda con rodeos cuando los medios internacionales le consultan sobre su visión en materia de política exterior.
El republicano, que el viernes será posesionado como el nuevo mandatario de Estados Unidos, ofrece un escenario muy contradictorio al de su predecesor, Barack Obama.
A continuación, temas en la política exterior que deberá resolver.
Los cubanos
En cuanto a los latinos, para el académico cubano Jesús Arboleya, “es de suponer que Donald Trump vea con buenos ojos la decisión de Obama de concluir el programa ‘Pies secos, pies mojados’ de Cuba porque su discurso respecto al problema migratorio es frenar por todos los medios la emigración ilegal.
Durante el mandato de Obama, EE.UU. y Cuba firmaron más de una docena de acuerdos para ampliar la cooperación en áreas, como salud, agricultura y aviación civil. Sin embargo, la preocupación más grande sigue siendo saber qué hará Trump con la cárcel en Guantánamo.
La frontera con México
En su primera rueda de prensa como presidente electo, Trump reiteró que construirá un muro con México para frenar la inmigración ilegal y ratificó que el país latinoamericano pagará por esta obra de una manera u otra; posiblemente a través de nuevos impuestos. Además, prometió castigar a los empresarios estadounidenses que inviertan en México.
China y Corea del Norte
Donald Trump se enfrenta a un creciente poder regional de China cada vez más dispuesto a desafiar la fuerza militar y económica de Estados Unidos. El magnate habló fuertemente con Pekín y la culpó por la pérdida de empleos de los estadounidenses, acusó a los chinos de la manipulación injusta de divisas y de prácticas comerciales hostiles.
Por otra parte, Kim Jong Un, mandatario de Corea del Norte, dijo el 1 de enero que su país estaba “en la última etapa” de los preparativos para probar un misil de largo alcance capaz de transportar ojivas nucleares a EE.UU.. En respuesta, Trump tuiteó que la prueba de misiles “no sucederá”, y culpó a China por negarse a controlar a Pyongyang.
El Estado Islámico y Afganistán
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) está a la defensiva en 2 países (Siria e Irak). De acuerdo con la publicación del diario The Washington Post, aunque Trump ha prometido una campaña más eficaz contra el EI que su predecesor, Barack Obama, todavía no está claro qué pasos podría tomar sin crear efectos secundarios peligrosos, como una profundización de una fisura con Turquía, aliado de la OTAN.
Asimismo, quince años después de la llegada de las fuerzas estadounidenses a Afganistán (medida tomada por el republicano George W. Bush tras los ataques del 11 de septiembre de 2001), esta es la guerra más larga de EE.UU. y Trump no menciona sus planes para resolver este conflicto. Este silencio plantea dudas sobre cómo EE.UU. continuará su larga misión de disuadir el terrorismo y crear fuerzas locales.
Ucrania y acuerdo nuclear de Irán
El gobierno pro Occidente de Kiev teme que el gobierno de Donald Trump lo utilice como una herramienta de negociación para acercarse a Rusia. El republicano calificó las sanciones impuestas a Moscú sobre Ucrania como perjudiciales para las empresas estadounidenses.
El acuerdo nuclear de Irán alcanzado en 2015 es otro punto que sufrirá una tensión . El republicano ha dicho que quiere recuperarlo, lo cual sería muy impopular con los aliados europeos que también negociaron el acuerdo.
Israel y Palestina
Los 70 países que participaron en la conferencia de París sobre el conflicto entre israelíes y palestinos advirtieron que no reconocerían las acciones unilaterales susceptibles de amenazar una solución negociada y piden respetar el territorio palestino. Trump anunció que trasladará la embajada de EE.UU. en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén. (I)