Trump promete "incuestionable" dominio militar de Estados Unidos
Donald Trump, favorito en la carrera republicana a las presidenciales de noviembre, presentó el lema central de su política externa. Si llega a la Casa Blanca su objetivo será poner los intereses de Estados Unidos antes de cualquier otra consideración.
“Mi política externa pondrá siempre los intereses de los estadounidenses y la seguridad estadounidense por delante de cualquier otra cosa. ‘Primero Estados Unidos’ será el tema principal de mi administración”, dijo Trump durante un discurso en Washington para delinear su política exterior.
Trump, que comanda una amplia ventaja sobre los aspirantes republicanos para alcanzar la nominación de candidato a las elecciones presidenciales de noviembre, leyó el primer discurso exclusivamente diseñado para presentar su visión y doctrina sobre el papel de Estados Unidos en el mundo.
Si es nominado por el partido Republicano, muy probablemente se medirá contra la exsecretaria de Estado y exprimera dama, Hillary Clinton.
Con Trump en la Casa Blanca, Estados Unidos “volverá a tener una política externa coherente, basada en los intereses estadounidenses” y alejada del “negocio de reconstruir países para concentrarse en crear estabilidad en el mundo”.
Para el magnate, Washington precisa de una política externa que sustituya “improvisación por propósito, ideología por estrategia y caos por paz”.
En su visión, Estados Unidos tiene actualmente una política externa “caótica” y “predecible” y que, además, pretende intervenir en diversos lugares del mundo sin que sus aliados ayuden con los costos.
Por eso, el magnate, de 69 años, sostuvo que los aliados estratégicos de Estados Unidos deben aumentar su participación en los costos relacionados con la seguridad, en especial los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En caso de que los aliados no cumplan con los compromisos de asumir su parte de los costos, “Estados Unidos debe estar preparado para dejar que esos países se defiendan por sí mismos. No tenemos otra opción”.
Si llega a la Casa Blanca, Trump impulsará una discusión sobre como “actualizar la obsoleta misión y estructura de la OTAN, nacida de la Guerra Fría”, para adaptarla a los desafíos de la actualidad.
El multimillonario, que nunca ha ocupado un cargo público, también atribuyó carácter prioritario al combate a lo que denominó el “Islam radical”.
“Debemos trabajar junto a cualquier nación amenazada por el crecimiento del Islam radical. Pero tiene que ser una calle de ida y vuelta, tiene que ser bueno para nosotros. No puede ser más un camino de una sola vía. Ahora será un camino de ida y vuelta”, indicó.
Con relación al grupo radical Estado Islámico (EI), Trump dijo que tenía “apenas un mensaje: sus días están marcados”.
Para el aspirante conservador, sin embargo, será necesario revertir lo que denominó un “vaciamiento” de las Fuerzas Armadas, para dar soporte a la presencia estadounidense en el exterior. “Nuestra fuerza militar fue vaciada y, en cambio, le estamos pidiendo a nuestros generales y líderes militares que se preocupen con el calentamiento global”.
Para Trump, el dominio militar estadounidense “debe ser incuestionable. Pero buscaremos gastar nuestro dinero de manera más inteligente”.
El aspirante conservador, quien sugirió construir un muro en la frontera con México y, además, cerrar el país al ingreso de inmigrantes musulmanes, dijo que “debemos dejar de importar extremismo mediante políticas migratorias que no tienen sentido. No tenemos idea de dónde vienen estas personas”.
América Latina no fue mencionada en el discurso de Trump sobre su política externa, salvo cuando se burló del presidente Barack Obama por haber aterrizado en Cuba “y no había nadie, ni un líder, para recibirlo”. Para Trump, “eso se llama falta de respeto. Absolutamente ningún respeto”.
Luego de ganar en cinco estados el pasado martes, Trump ya se considera “presunto nominado”, que en jerga estadounidense se refiere al vencedor de las primeras que solo espera la ratificación formal de la convención partidista. (I)
Clinton ya busca un candidato a vicepresidente
La exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, venció en las primarias demócratas en Connecticut, Delaware, Pensilvania y Maryland.
De esa forma mantiene su paso firme a la nominación para ser candidata presidencial en las elecciones del próximo noviembre. En tanto, el senador Bernie Sanders se impuso en Rhode Island.
La ventaja de Clinton en número de delegados aumenta las presiones dentro del partido Demócrata para que Sanders arroje la toalla y permita que la exsecretaria de Estado comience a prepararse para la segunda y decisiva fase de la campaña presidencial.
El fin de semana, el equipo de campaña de Clinton filtró a la prensa que un selecto grupo de asesores de la aspirante presidencial ya comenzó a analizar nombres para un eventual compañero de fórmula presidencial, sugiriendo que la victoria es un hecho irreversible.
Sanders ya adelantó que no pretende interrumpir su campaña por lo menos hasta las primarias de California, previstas para este 7 de junio. Ese es el estado más poblado de Estados Unidos y el que más delegados reparte.
Como los demócratas distribuyen sus delegados de forma proporcional entre los aspirantes, Sanders precisa vencer con enormes márgenes a Clinton (especialmente en California) para mantener viva la esperanza de una nominación. (I)