Donald Trump, presidente estadounidense, pidió este domingo 17 de febrero a sus socios europeos que se hagan cargo de los terroristas del Estado Islámico (EI) que Estados Unidos capturó en Siria y amenazó con liberarlos si no lo hacen.

El mandatario advirtió en la red social Twitter que si sus aliados europeos no cumplen con esta petición, su país “se verá obligado a liberar” a todos estos terroristas que probablemente regresarán a territorio de la Unión Europea (UE), de donde partieron.

El líder republicano subrayó que su país “gasta mucho y ahora llegó el momento para que otros empiecen a actuar y hagan el trabajo que son ‘capaces de hacer’”, enfatizó en otro tuit.

El pasado 19 de diciembre Trump anunció que Estados Unidos derrotó al Estado Islámico en Siria, por tanto ordenaba la retirada de las tropas estadounidenses del país árabe al que invadió ilegalmente.

Mike Pence, vicepresidente de EE.UU., afirmó que su país mantendrá una fuerte presencia militar en Oriente Medio.
Añadió que continuará la persecución a los miembros del Estado Islámico, incluso después de la derrota final de esta organización en Siria.

Los últimos yihadistas aún se encuentran en la localidad de Al Baguz, en la orilla oriental del río Éufrates a su paso por Deir al Zur, cerca de la frontera iraquí.

Antes de queTrump se pronunciara en Twitter, la UE atacó fuertemente su política internacional y también su postura ante Siria.
Conferencia en Múnich

El sábado se desarrolló en Múnich la conferencia anual de seguridad, en la cual los líderes de la UE estallaron contra la política exterior de la administración estadounidense.

La líder alemana, Angela Merkel, acusó a Estados Unidos de fortalecer a Irán y Rusia con sus planes para una retirada militar inmediata de Siria.

Expresó su sorpresa de que la administración de Trump consideraría que los BMW hicieron de Carolina del Sur una amenaza para la seguridad nacional.

De acuerdo con el diario The Washington Post, tras su pronunciamiento la multitud ovacionó a la canciller alemana, una exhibición rara en la normalmente abotonada Conferencia de Seguridad de Múnich. La reservada Merkel sonrió cuando tomó asiento.

Por su parte, Ivanka Trump, hija del presidente estadounidense y una de las principales consejeras, observaba desde la multitud con cara de piedra.

Merkel fue seguida al podio, el sábado, por el vicepresidente Pence, quien se encontró con un aplauso tibio y algunas miradas de incredulidad, cuando proclamó a Donald Trump “el líder del mundo libre”.

“Vinimos aquí para reafirmar nuestro compromiso de que ‘América primero’ no significa solo Estados Unidos”, justificó el segundo mandatario. (I)