Senadora demócrata es censurada por leer una carta crítica a sessions
Trump defiende el veto y ataca a la justicia de EE.UU.
El presidente republicano, Donald Trump, calificó ayer de politizada a la justicia de Estados Unidos, que suspendió su decreto migratorio y cuya suerte depende de tres jueces de una corte de apelaciones de San Francisco.
“Jamás quiero decir que un tribunal es parcial, por lo tanto no voy a decir que es parcial y aún no tenemos una decisión”, dijo Trump en una reunión con la asociación de comisarios policiales.
El decreto presidencial cerró las fronteras a los refugiados durante 120 días y de manera indefinida a los refugiados sirios. Los ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen tienen prohibida la entrada durante 90 días.
“Nuestra seguridad está en riesgo en este momento”, destacó Trump al defender su medida, suspendida a nivel nacional por las cortes federales tras ser implementada durante una semana.
El mandatario republicano, en su tercera semana en el poder, dijo incluso que “un mal estudiante de secundaria” estaría de acuerdo con su lectura de la ley, que leyó en voz alta a los comisarios.
“Si estos jueces quisieran, en mi opinión, ayudar a la corte en términos de respeto a la corte, harían lo que deberían estar haciendo. Es muy triste”, reclamó el mandatario, quien dijo que escuchó la audiencia de una hora en una corte de San Francisco el martes.
Los tres jueces federales del Noveno Circuito de Apelaciones determinarán esta misma semana si la suspensión se mantiene o el decreto vuelve a entrar en vigencia.
El departamento de Justicia, en representación del Gobierno, argumentó que el decreto estaba dentro de las atribuciones de Trump, señalando que es “un criterio de seguridad nacional que tradicionalmente se le asigna a la rama política y al presidente”. Sus críticos advierten que la orden viola la Constitución.
Republicanos censuran a una demócrata por leer una carta
La presidencia republicana del Senado censuró el miércoles la intervención de la demócrata Elizabeth Warren. Esto fue en el marco del debate de confirmación del nominado a fiscal general, Jeff Sessions.
Los republicanos enviaron a sentar a la funcionaria que leía una carta de la viuda del reverendo Martin Luther King. La postura del partido gobernante tuvo el efecto contrario -de callarla-, pues se renovaron las críticas contra la nominación del senador de Alabama para dirigir el departamento de Justicia.
Asimismo, ayer la etiqueta #LetLizSpeak (Deja hablar a Liz) era tendencia en Twitter.
El senador republicano de Alabama ya fue sometido a audiencias similares en la década del 80 cuando fue nominado al cargo de juez federal. Entonces fue rechazado entre graves acusaciones de racismo y ahora los demócratas buscan impedir que acabe liderando el mismo departamento de Justicia al que se le negó la entrada como magistrado.
Warren, referencia de la izquierda estadounidense, leyó durante el debate una carta dirigida por la viuda de Luther King, Coretta Scott King, al Senado en 1986, cuando se debatía su nominación a juez. En ella, King escribió que “Sessions ha utilizado el poder de su cargo para negar el libre ejercicio del derecho a voto de los ciudadanos afroamericanos en el mismo distrito que quiere servir ahora como juez federal. Eso no se debe permitir”.
De acuerdo al diario El País de España, en ese momento, el presidente de la mesa advirtió a Warren que había violado la regla de funcionamiento del Senado que prohíbe atacar personalmente a otro legislador. Ella argumentó que la misma carta que estaba leyendo fue admitida en el acta de la sesión y le permitieron continuar.
Pero a los 25 minutos acudió al pleno el líder de la mayoría, Mitch McConnell. El senador republicano reclamó intervenir y reiteró que Warren acusó indebidamente a Sessions -todavía senador de Alabama- al citar a King. (I)
DATOS
Rex Tillerson, secretario del departamento de Estado estadounidense, se mantiene en silencio desde hace dos semanas, mientras el presidente Donald Trump monopoliza la política exterior.
Su postura está al margen del primer discurso orientado al consenso del jueves último ante 2.000 de sus empleados. El excapitán de la industria petrolera no ha hablado en público.
La secretaría de Estado maneja a 70.000 diplomáticos, funcionarios y contratados diseminados en más de 250 embajadas y consulados alrededor del mundo.
El único informe diario que se emitió es del portavoz de la Casa Blanca, centrado en la política interna, pero que no puede reemplazar al del departamento de Estado porque trata la política exterior. (I)