Donald Trump concentró este lunes su artillería verbal en el proyecto del avión de combate F-35, por sus astronómicos costos "fuera de control", argumento que provocó una inmediata caída de las acciones de Lockheed Martin en la bolsa de valores.

"Los costos del programa F-35 están fuera de control. Miles de millones de dólares pueden y serán ahorrados de compras militares después del 20 de enero", expresó Trump en la red Twitter, en referencia a la fecha de su investidura presidencial.

En la apertura de las operaciones en la bolsa de valores de Nueva York, los papeles de Lockheed Martin operaban este lunes a la baja de 3,19% en un mercado sin una tendencia definida.

El caza F-35 es un avión de quinta generación desarrollado en tres modelos diferentes por la gigante estadounidense de la aeronáutica Lockheed Martin, con participación minoritaria de países miembros de la OTAN.

El programa de desarrollo del F-35 es uno de los más caros de la historia militar moderna, y se estima que cada aeronave, en su versión más básica, cuesta no menos de 113 millones de dólares, con modelos que superan los 250 millones.

El plan original es que las tres ramas de las Fuerzas Armadas estadounidenses compren 2.443 de esas aeronaves, a un costo que según fuentes del Congreso podría llegar nada menos que a 379.000 millones de dólares.

Si se considera la manutención regular de las aeronaves hasta el fin del programa, previsto para 2070, el valor total alcanzará la aterradora suma de 1,5 billones de dólares.

La empresa ya realizó entregas del primer modelo, y el primer escuadrón de la Fuerza Aérea estadounidense formado por F-35 se declaró listo para operar en agosto de este año.

Inclusive dos aeronaves debían aterrizar este lunes en Israel.

En la base aérea israelí de Nevatim (donde aguardaba el aterrizaje de las dos aeronaves), Jeff Babione, director del programa del F-35 en Lockheed Martin, defendió este lunes el proyecto y dijo que le gustaría "responder a las preguntas" del presidente electo estadounidense.

"Aparato de gran valor"

"Es un aparato de gran valor y me encantará responder a las preguntas que pueda tener el presidente electo, sean las que sean", declaró Babione a la AFP.

El F-35a está diseñado para despegue y aterrizaje convencional; el F-35b tiene capacidad para aterrizaje vertical, y el F-35c está programado para despegue y aterrizaje en pistas muy cortas, como las de los navíos portaaviones.

Todos los modelos -con un solo motor y lugar para un único piloto- incluyen modernos sistemas para evadir defensas antiaéreas, y pueden cargar numeroso armamento.

Sin embargo, el proyecto mostró no estar libre de enormes problemas, incluyendo el aumento de los costos estimados inicialmente y un misterioso incendio de un motor en 2014, que obligó a cancelar momentáneamente todos los vuelos de prueba.

El martes pasado, Trump había provocado una conmoción al amenazar con cancelar el pedido del gobierno a la gigante Boeing por el nuevo modelo para el avión presidencial, el Air Force One, alegando también que los costos estaban "fuera de control".

En Twitter, Trump apuntó que Boeing "construye un Air Force One con un modelo 747 completamente nuevo para los futuros presidentes, pero los costos están fuera de control, más de 4.000 millones. ¡Cancelen la orden!".

Los comentarios de Trump empujaron a la baja las acciones de Boeing, aunque éstas se recuperaron el miércoles.

La presión del presidente electo llevó a Boeing a emitir una nota en la que se comprometió a trabajar con el futuro gobierno "para controlar los costos con la finalidad de que el nuevo programa Air Force One se mantenga en el mejor precio posible".

En junio de 2009, el presidente Barack Obama canceló las compras para renovar la pequeña flota de helicópteros presidenciales, denominados Marine One, al percibir que el costo de los modelos de Lockheed Martin ascendería a más de 13.000 millones de dólares. (I)

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Trump dijo que la versión es ridícula

Moscú niega injerencia electoral en EE.UU.

Rusia calificó ayer de ‘gratuitas’ las acusaciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), después de que la agencia investigadora concluyera, según el Washington Post, que Moscú interfirió en las elecciones estadounidenses para favorecer al candidato republicano y magnate, Donald Trump.  

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, señaló que  “Algunas de esas acusaciones no se sostienen en ninguna información, ni siquiera hablo de prueba”. (I)