La Casa Blanca defendió la decisión del presidente Donald Trump de tomar un medicamento antimalaria para protegerse contra el coronavirus pese a advertencias de expertos de su gobierno de que solamente debería ser usada contra la covid-19 en un hospital debido a efectos secundarios potenciales.

Trump les dijo a reporteros que ha estado tomando el medicamento, junto con un suplemento de zinc, diariamente, “por aproximadamente una semana y media”, luego que dos miembros del personal de la Casa Blanca dieron positivo por el virus.

El presidente estadounidense se ha pasado meses promoviendo la hidroxicloroquina como potencial cura o preventivo para el coronavirus, pese a las recomendaciones en sentido contrario de los principales expertos médicos del gobierno. La droga tiene efectos secundarios potenciales y no se ha demostrado que combata el nuevo virus.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca Kayleigh McEnany dijo que “decenas de millones de personas en todo el mundo han usado esta droga para otros propósitos”, incluyendo la malaria.

Enfatizó que “cualquier uso de hidroxicloroquina tiene que hacerse en consulta con el médico. Tienes que tener una prescripción. Es la forma en que debe hacerse”. El medicamento es prescrito también para para algunos pacientes con lupus y artritis.

En la Casa Blanca, Trump dijo ayer que su médico no le recomendó la medicina, sino que él se la pidió al médico de la Casa Blanca.

“Empecé a tomarla porque pienso que es buena”, dijo Trump. “He escuchado muchas historias buenas”.

El médico de la Casa Blanca, doctor Sean Conley, señaló en una declaración dada a conocer por la oficina de prensa que tras “numerosas discusiones” con Trump sobre la evidencia a favor y en contra del uso de la hidroxicloroquina, “concluimos que el be beneficio potencial del tratamiento superaba los riesgos relativos”.

El mes pasado, la Administración de Medicamentos y Alimentos le advirtió a los profesionales de salud que la droga no debería ser usada para tratar COVID-19 fuera de un hospital, debido a efectos secundarios fatales. (I)