Xi Jinping implementará sanciones contra COREA DEL NORTE
Trump cambia su discurso sobre China y firma acuerdos millonarios
Pekín.-
El presidente estadounidense, Donald Trump, elogió ayer al líder chino Xi Jinping, promocionando una “gran química” entre ellos. Esto, en el marco de la suscripción de numerosos acuerdos comerciales por más de $ 250.000 millones, que ayudarían a reequilibrar el comercio entre China y Estados Unidos, aunque su concreción sea incierta.
Los sectores implicados son los de energía, aeronáutica, agroalimentario o electrónica. El importe total ($ 253.400 millones) es excepcional y entre los grandes beneficiarios figuran los gigantes estadounidenses Boeing, DowDuPont, Caterpillar y Qualcomm.
El diario The Washington Post resaltó la nueva postura de Trump ya que durante su campaña presidencial en 2016 acusó a China de “violar” la economía de Estados Unidos. Y amenazó con etiquetar al país como un “manipulador de la moneda”, aunque los analistas económicos dicen que Pekín no ha inflado artificialmente el renminbi durante años.
“Yo no le reprocho nada a China. Después de todo, ¿quién puede reprocharle a un país que se aproveche de otro por el bien de sus ciudadanos?”, afirmó en su nuevo discurso que dio con Xi a los grandes empresarios chinos.
La avalancha de acuerdos fue calificada de “verdadero milagro” por el ministro chino de Comercio, Zhong Shan. Pero para James McGregor, presidente en China del gabinete APCO Worlwide, se trata sobre todo de “la política a la antigua: un dirigente llega y se otorga el prestigio de una serie de acuerdos ya en curso, a los que añade otros para redondear una cifra enorme”.
Christopher Balding, profesor de la Universidad de Pekín, afirma que más allá de las cifras “la mayoría de los anuncios se refiere a protocolos de acuerdo, más que a contratos en firme, por lo que habría que preguntarse lo que realmente va a concretarse”. Además, algunos anuncios son “vagos”, asegura.
Estados Unidos es el segundo socio comercial de China y tiene ante el gigante asiático un gran déficit comercial anual cercano a los $ 350.000 millones, según fuentes estadounidenses.
The Post menciona que la cumbre de dos días y de alto riesgo es vigilada de cerca para detectar señales de cómo los líderes de las dos economías más grandes del mundo podrán cooperar en asuntos de Corea del Norte para comerciar la seguridad cibernética en medio de desafíos crecientes en Asia-Pacífico.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, dice que la delegación de Estados Unidos estaba “bastante satisfecha” porque no había “desacuerdo” con respecto a Corea del Norte.
Trump presionó a Xi para que implemente por completo las sanciones económicas impuestas por Pyongyang al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, destacó Tillerson.
Agregó que Xi describió las medidas adicionales que toma su gobierno para tomar acciones enérgicas contra los bancos que negocian con Corea del Norte. (I)
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Las restricciones de EE.UU. contra Cuba ya rigen
Desde ayer entraron en vigor las restricciones a los estadounidenses que desean viajar a Cuba y los negocios con firmas vinculadas a las Fuerzas Armadas. Estados Unidos busca castigar a la cúpula militar del país, que controla buena parte del sector turístico, aunque esas sanciones serán nocivas para los emprendedores del sector privado que Trump destacaba ‘proteger’.
Las medidas suponen un cerrojazo a los negocios desde EE.UU. con el conglomerado Gaesa, dueño de Gaviota -principal grupo turístico con 83 hoteles, que albergan casi la mitad de las 65.000 habitaciones que hay en la isla, y cinco marinas-, o Cimex, que posee la mayor red de tiendas minoristas y controla el 10% del intercambio comercial de Cuba.
Pese a la llegada de Trump a la Casa Blanca, EE.UU. es el segundo mercado emisor de turistas: el año pasado en la isla hubo unos 285.000 visitantes y este año rondarán los 400.000, según agencias de viajes estadounidenses.
Con la regulación de Barack Obama, los estadounidenses podían viajar a Cuba siempre por nueve razones, entre las que no se encontraba el turismo, pero que incluían intercambios culturales o de investigación y visitas a familiares.
Por su parte, el promotor del acercamiento bilateral, Patrick Leahy, afirmó que hay una evidente hipocresía en los ideólogos de la Casa Blanca, y declaró que estas restricciones “se esperarían de un gobierno totalitario”. (I)