La administración del presidente estadounidense Donald Trump anunció ayer que los casi 60.000 haitianos con residencia legal provisional tienen 18 meses para abandonar este país.

El beneficio del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) con el que se amparaban provisionalmente en suelo estadounidense fue concedido a los haitianos en 2010 tras el terremoto de 7 grados que provocó la muerte de más de 200.000 personas y desplazó a aproximadamente un millón de sus habitantes. Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional indicó que las condiciones de vida en Haití han mejorado por lo que es tiempo de volver a casa.

“El número de desplazados en Haití ha disminuido en el 97%. Se han dado pasos significativos para mejorar la estabilidad y la calidad de vida de los ciudadanos y Haití puede recibir con seguridad a los ciudadanos retornados”, explicó en un comunicado la secretaria de seguridad interna, Elaine Duke.

El plazo de 18 meses, explicó Duke, permitirá una “transición ordenada”, que ayudará a los haitianos a “organizar su partida” y que su gobierno se prepare para su recibimiento.

De acuerdo con el diario The Washington Post, con esta medida el gobierno republicano afianza su lema ‘Estados Unidos primero’. Su justificación es que parte de los estadounidenses reclaman que hay menos puestos de trabajo debido a la alta cantidad de extranjeros.

Pese a que Haití consiguió avances gracias a la asistencia internacional, la nación caribeña sigue siendo una de las más pobres del mundo. Más de 2,5 millones de personas, aproximadamente una cuarta parte de la población, vive con menos de $ 1,23 al día, algo que allí consideran como pobreza extrema.

Según el calendario, el TPS para Haití vencía el 22 de enero de 2018. Sin embargo, la designación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para Haití caducará el 22 de julio de 2019. Es decir, 18 meses después de hoy.

EL TPS

El beneficio del TPS fue creado por el Congreso en 1990 para proteger a los extranjeros de la deportación si el poder Ejecutivo determinaba que los desastres naturales o los conflictos armados en sus países habían creado inestabilidad o condiciones precarias.

Steve Forester, coordinador del Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití (IJDH), con sede en Miami, donde se concentra la diáspora haitiana en Estados Unidos, deploró la decisión.

“Es completamente inapropiado dadas las condiciones en Haití. Y este es el triunfo de la ideología sobre los hechos. Porque los hechos sobre el terreno son claros y esto desestabilizará a Haití y será malo para los Estados Unidos”, manifestó.

No es la primera vez que la administración Trump pone fin a la designación de un país bajo el TPS, que beneficia a más de 300.000 personas de una decena de países.

El 6 de noviembre anunció el fin del TPS para Nicaragua y dijo que “es posible” que Honduras pierda también su designación, que fue prorrogada hasta julio de 2018. En enero deberá decidir la suerte que correrán unos 195.000 salvadoreños.

Desde que ganó la elección hace un año con un duro discurso antiinmigrante, Trump derogó el DACA, una iniciativa que protegía de la deportación a inmigrantes ilegales traídos de niños al país, y avanza en el diseño del muro fronterizo con México.

Además recortó el flujo anual de refugiados al país en más de 50%, restringió la emisión de visas en todo el mundo e intentó prohibir el ingreso a viajeros de 11 países.

Los funcionarios de la administración anunciaron que las decisiones sobre futuras prórrogas se tomarán considerando si es que aún existen justificaciones iniciales para la protección. (I)

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El presidente disolverá su fundación de beneficencia

El presidente Donald Trump disolverá su fundación dedicada a la beneficencia, ya que la entidad es acusada de violar la regla que impide a una organización sin fines de lucro repasar dinero a sus dirigentes o sus familiares, de acuerdo con la prensa local.

Ya en 2016 Trump aseguró que cerraría esa fundación para evitar conflictos de interés, a raíz de revelaciones de que la entidad se había involucrado en prácticas dudosas, como contribuciones políticas, pagos de costos de contenciosos legales y hasta la compra de un enorme retrato del presidente.

En su última declaración de impuestos, la fundación Trump también anunció la intención de cerrar las puertas y pidió autorización para distribuir los fondos restantes en su tesorería, de acuerdo con un informe publicado ayer por la cadena NBC News.

Según el diario The Washington Post, uno de los campos de golf que pertenecen al presidente recibió una contribución de $158.000 de la fundación, dinero que fue utilizado para pagar un acuerdo jurídico.

La fundación, que afirma poseer menos de un millón de dólares en activos, declaró a través de un vocero a la cadena NBC News. La disolución de la sociedad se hará oficial cuando finalice una investigación iniciada por el fiscal de Nueva York. (I)