Tras la muerte de un niño durante choque con Ejército mexicanos piden justicia
Miembros de la comunidad indígena de Ostula, Michoacán (oeste de México), pidieron este martes que se haga justicia por la muerte de un niño de 12 años tras un confuso enfrentamiento con militares que, según los comunitarios, habrían atacado a los habitantes provocando la muerte del menor.
Exigimos al gobierno federal y estatal "el castigo de los mandos y de los integrantes de las corporaciones militares y policiacas que asesinaron al niño Edilberto Reyes e hirieron y golpearon a diversos comuneros", dijo Agustín Vera, jefe administrativo del municipio, en una rueda de prensa en Ciudad de México.
El domingo, fuerzas federales detuvieron a Cemeí Verdía, líder de la policía comunitaria del municipio de Aquila, al que pertenece Ostula, por presuntamente tener armas de uso exclusivo del Ejército arrestándolo "con traición", ya que supuestamente le citaron para entregarle una camioneta oficial, explicó Vera.
Los habitantes del pueblo bloquearon algunas calles del municipio como protesta y, en respuesta, soldados del batallón 86 llegaron al lugar y "empezaron a disparar en contra de casas y de la población civil", resultando ese niño muerto y seis heridos, entre los cuales una niña de seis años y un menor de 17.
Desde la sede de la ONG Centro ProDH, el comunitario mostró un video donde se ven tres tanquetas de militares apostadas en un puente del pueblo y se escuchan ráfagas de balas, sin que se aprecie de dónde proceden, y vecinos corriendo asustados.
Existen "indicios que apuntan al Ejército Mexicano como el presunto iniciador de los disparos", dijo el lunes a la AFP el ombudsman de Michoacán, José María Cázares, quien asegura que en lo que va del año su despacho ha registrado 52 quejas contra las fuerzas federales.
Vera aseguró que los milicianos no respondieron a la presunta agresión de los militares y que los soldados habrían matado al niño y dejado herida a la niña mientras jugaban en el interior de una casa que funge como restaurante y hotel.
Añadió que la represalia tiene que ver con la defensa de las autoridades a los intereses del cártel Los Caballeros Templarios y contra esta población indígena por su oposición a la construcción de complejos turísticos.
Las Fuerzas Armadas de México son actualmente blanco de fuertes críticas por presuntos abusos de poder.
En otro caso, la secretaría de Defensa reconoció el lunes que un grupo de militares podría haber participado en la desaparición a inicios de mes de siete jóvenes de Zacatecas (norte), cuyos cadáveres fueron hallados posteriormente.
Estos dos casos se suman al proceso en curso contra siete militares por las presuntas ejecuciones extrajudiciales cometidas el 30 de junio de 2014 en la comunidad de Tlatlaya (centro), un incidente que despertó indignación entre ONG internacionales. (I)