La opositora Liga Nacional para la Democracia (NLD) de Myanmar reclamó al gobierno flexibilizar la ley de ciudadanía de 1982, como solución a una de las causas de la actual crisis migratoria del sudeste asiático.

Los migrantes rohingyas huyen de las persecuciones de las que son víctimas en Birmania, un país de mayoría budista. Los rohingyas son musulmanes. También hay ciudadanos de Bangladesh que, en cambio, escapan de la miseria de sus países.

Apoyada por su líder y Premio Nobel de la Paz en 1991, Aung San Suu Kyi, la NLD indicó en un comunicado divulgado por medios de prensa que ello permitiría a más personas aplicar a la nacionalidad myanmena y viajar a cualquier lugar, conforme rige la constitución.

El Gobierno reconoce oficialmente en su ley a 135 grupos étnicos en una lista que excluye a los casi un millón de rohinya residentes en el país, la mayoría en el occidental estado de Rakhine, donde se les limita la libertad de movimientos, propiedad de tierras y número de hijos.

La NLD, principal partido opositor, reiteró que las palabras y comportamientos que alimentan los conflictos raciales deben ser evitados para solventar los problemas en Rakhine.

Además, ofreció una hoja de ruta con siete puntos para aliviar las tensiones entre la mayoría budista (el 89% de la población) y la minoría musulmana (los rohinya) en esa región que incluyen luchar contra la profunda corrupción y el reparto de ayuda humanitaria.

Según UNCHR, agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, citada por AFP, un millar de personas ha muerto desde marzo en esta huida desesperada por el mar. Solo en 2014 se estima que casi 55.000 birmanos rohingya o bangladeshíes tomaron estos barcos como último recurso para escapar de la persecución o de la miseria. La cifra es el doble de lo reportado en 2013 y en su mayoría los migrantes pagan hasta $ 2.000 por el viaje. (I)