A las 09:53 locales de ayer volvió a sonar en la calle Pasteur al 600, en pleno barrio porteño de Once, la sirena que todos los años recuerda la nefasta hora en la que aquel 18 de julio de 1994 fue perpetrado en Buenos Aires el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Aunque desde entonces hay  investigaciones en marcha, a 23 años del ataque contra la mutual judía argentina, aún reina la confusión sobre los pormenores del ataque y persiste la impunidad.  

El presidente de AMIA, Agustín Zbar, encabezó el acto oficial que se realiza cada año para recordar a las 85 personas que murieron en la explosión que derrumbó la sede de la mutual.

En esta ocasión, el presidente Mauricio Macri no asistió al homenaje, pero envió a funcionarios de su gobierno, entre ellos a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley y al ministro de Justicia, Germán Garavano, entre otros.

Zbar volvió a responsabilizar a Irán por el ataque y exigió ‘justicia’ por las 85 víctimas de la explosión que ‘tuvo un claro móvil antisemita’. También criticó el memorándum con Irán, a pesar de que ese acuerdo -sellado durante el gobierno de Cristina Fernández- nunca entró en vigencia. Además, le pidió al Gobierno nacional que “haga todos los esfuerzos técnicos y diplomáticos” para exigir que ‘Irán reconozca la jurisdicción’ argentina para juzgar a los funcionarios de ese país sospechados de participar en el atentado.

“Gran parte de la verdad está en el expediente de la causa, pero no se avanza”, subrayó el dirigente y aseguró: “Sabemos la verdad. Está en la investigación de los fiscales que, honrando su trabajo, se jugaron su vida en esta causa”, dijo y mencionó al fallecido fiscal Alberto Nisman, muy cuestionado por las asociaciones de familiares de las víctimas.

El año pasado, durante el acto, la organización Memoria Activa había calificado públicamente de “bochornosa” la labor de Nisman durante los 10 años que tuvo la investigación en sus manos. Este año, los miembros de Memoria Activa recordaron a las víctimas del ataque en la misma calle, Pasteur al 600, pero en un acto separado que realizaron por la tarde. Hablaron allí la dirigente de esa organización, Diana Malamud,  la periodista Irina Hauser, el nieto recuperado Guillermo Pérez Roisinblit y Paula Litvachky, del CELS.

En este marco, el Gobierno de Macri, en línea con la dirigencia de la comunidad judía, impulsa el juicio en ausencia de los funcionarios iraníes que, según la justicia, participaron del ataque.

Sin embargo, para los familiares de quienes murieron esta postura no busca el esclarecimiento de los hechos, sino darle un cierre a la investigación. Mientras tanto, en paralelo, los fiscales de la Unidad AMIA continúan trabajando con nuevas herramientas tecnológicas y genéticas con el propósito de descubrir la conexión local. (I)

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Al menos 1.066 argentinos viven en las calles

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires reconoció que hay cada vez más personas viviendo a la intemperie, el 23% más que el año pasado. Unas 866 personas se encontraban en situación de indigencia en abril de 2016 y en abril de este año esa cantidad aumentó a 1.066, según los datos del censo anual que realizan las autoridades porteñas.

El subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario de la Ciudad,  Maximiliano Corach, explicó que el censo anual se realiza siempre en abril porque los funcionarios a cargo necesitan saber con precisión cuántas personas viven en las calles para preparar recursos adicionales de cara a los meses más fríos del año, que abarcan del 1 de junio al 31 de agosto en el hemisferio sur.

Actualmente, la ciudad tiene un programa “Buenos Aires Presente (BAP)” que funciona los 365 días del año para asistir a las personas que viven y duermen a la intemperie. Aunque los funcionarios aseguran que en los meses invernales se redoblan los esfuerzos para atender a los sectores de la población sin techo, a diario, se ven personas durmiendo en frente de cines y teatros de la Avenida Corrientes, pleno centro porteño; en la Recova de Avenida Paseo Colón, a metros de la Casa de Gobierno; y en los pequeños recintos donde los bancos albergan los cajeros automáticos.

Las cifras que reconocieron los funcionarios de la ciudad, de por sí preocupantes, fueron puestas en duda por organizaciones sociales que las calificaron de ‘exiguas’.

Mañana está previsto que se conozcan los resultados del Censo Popular de Personas en Situación de Calle en la Ciudad de Buenos Aires, realizado por más de 50 organizaciones dedicadas al trabajo social. Según trascendió, el panorama que arrojarán esas mediciones será aún más desalentador.

En esta ocasión, la difusión del incremento de personas durmiendo en las calles de la Capital Federal coincidió con el efecto expansivo de la ola de frío polar que recorre  Argentina. En las últimas horas, el frío continuo que no da tregua causó la muerte de dos personas por hipotermia, una en Mar del Plata y otra en Rafael. (I)