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No hubo servicio de buses, metro y trenes, ni actividad en los aeropuertos

Transportistas argentinos cumplen paro contra Macri

Una mujer y un joven esperan en una parada de bus durante el paro de transporte en Buenos Aires.
Una mujer y un joven esperan en una parada de bus durante el paro de transporte en Buenos Aires.
Foto: Infolitica
20 de diciembre de 2016 - 00:00 - Marcelo Izquierdo, corresponsal en Buenos Aires

Una promesa de campaña incumplida del presidente Mauricio Macri provocó la paralización del transporte en las principales ciudades argentinas. Sin ómnibus, trenes ni metro, Buenos Aires se hundió en el caos ayer con miles de trabajadores que no pudieron llegar a sus centros laborales. Muchos salieron con sus vehículos particulares, lo que colapsó el tránsito en el centro de la capital y las principales vías de acceso.

Varios gremios del sector, nucleados en la Confederación Argentina de los Trabajadores del Transporte (CATT), llamaron a asambleas desde las primeras horas de ayer para exigir el alza del mínimo no imponible del llamado Impuesto a las Ganancias, que tributa los salarios de las clases medias y altas del país austral. En teoría no se trató de un paro, pero en la práctica actuó como tal ya que el transporte quedó paralizado desde las 04:00 de ayer.  

A partir de las 07:00 comenzaron a salir los primeros ómnibus de pasajeros de las terminales, pero el metro y el tren funcionaron después del mediodía. Tampoco hubo actividad en los aeropuertos, lo que causó extensas filas y quejas en las terminales aéreas.

Macri prometió en campaña terminar con este tributo al asumir la presidencia, pero no solo incumplió su promesa, sino que en el último año aumentó el número de trabajadores que tributan este impuesto.

La oposición consensuó un proyecto que aumenta el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias para que menos trabajadores paguen el tributo y lo aprobó en la Cámara de Diputados, al mismo tiempo que el ejecutivo adelantaba una norma propia. Ahora, el Gobierno y la oposición negocian consensuar ambos proyectos antes de que pase al Senado.

“Me resulta raro para explicar (esta medida de fuerza). Estamos en medio de una negociación para corregir algo que lleva más de una década como distorsión. En ese contexto, este paro es difícil de explicar”, aseguró el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

Desde el sindicalismo, el secretario general del gremio ferroviario de La Fraternidad, Omar Maturano, dijo que la adhesión a la medida fue “total”. Tras recordar que “hace cuatro años” que su gremio viene reclamando por cambios en el tributo”, en una lucha que incluyó “cinco paros generales” al anterior gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Maturano dijo que “estamos solicitando que los trabajadores del transporte no tributen las horas extras,  los viáticos y tampoco los feriados”.

El Gobierno plantea a las centrales obreras un proyecto que eleve el mínimo no imponible a 38.000 pesos ($ 2.335), de los actuales 25.000 pesos ($ 1.500) para los trabajadores con carga de familia y la posibilidad de eximir del pago de Ganancias el aguinaldo, los viáticos y adicionales por horas extras.

Si es avalado por la Confederación General del Trabajo, el proyecto se debatirá en el Senado esta semana. Sin embargo, el Gobierno descarta otros cambios propuestos por los sindicatos como la exención del proporcional del gravamen por pago de alquileres y la implantación de impuestos a la minería o a la renta financiera para compensar las pérdidas en la recaudación.

La medida de fuerza se produce en una época de año tradicionalmente difícil en Argentina, cuando aumentan los reclamos sociales. Incluso, en algunos años de la última década se produjeron saqueos aislados. (I)

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Empresas estatales paralizan

Ola de huelgas en Gran Bretaña por reclamo laboral

Gran Bretaña, cuya economía enfrenta enormes desafíos tras la salida eventual de la Unión Europea (UE), se verá afectada esta semana por una “oleada” de huelgas de trabajadores postales, ferroviarios,  aeroportuarios y del metro de Londres, que causaron serios inconvenientes en el país.

Unos 3.000 empleados del servicio postal británico se sumaron a la huelga, de tres días iniciada ayer, en demanda por mejoras salariales.

Los carteros también rechazan los planes de la compañía para reformar el sistema de pensión, el cierre de una veintena de oficinas postales y eventuales despidos.

En total, unas 300 oficinas postales del Reino Unido fueron afectadas por la huelga, que se realiza durante uno de los períodos de mayor trabajo por el envío de cartas, paquetes y regalos en Navidad.

Se espera que a la huelga se sumen el miércoles y jueves los trabajadores postales encargados del manejo de dinero.

El conflicto laboral podría escalar en caso de que la empresa Royal Mail, cuyo 30% de acciones pertenece al Estado británico, no resuelva los reclamos de los trabajadores.

“Lamentamos la medida que tomaron los empleados, pero a largo plazo no tendrá efecto alguno. Los repartos y entrega de paquetes seguirán de forma normal”, indicó un portavoz de Royal Mail.

Mientras que, los conductores de trenes de la compañía Souther Rail continuaron con una medida de fuerza de dos días esta semana por una negativa de la empresa para resolver el conflicto laboral.

La huelga fue convocada por los sindicatos ASLEF, que nuclea a los choferes ferroviarios, y RMT, que representa a empleados del sector de transporte. (I)

Leonardo Boix / Corresponsal en Londres

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