Este domingo 16 de enero de 2022, millones de estadounidenses se refugiaron luego de que una gran tormenta de nieve, hielo y fuertes vientos impactara el sureste y la costa del Atlántico medio antes de dirigirse a Nueva Inglaterra y al sur de Canadá, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés).

Producto del evento natural, se produjeron cortes de energía, trastornos viales y suspensiones de vuelos. Según el NWS, este lunes 17 de enero de 2022, en zonas a lo largo de las montañas Apalaches, la nieve podría llegar a caer a razón de una pulgada (2,5 cm) por hora. En Washington se esperan acumulaciones de nieve de 2 a 4 pulgadas, mientras que en Philadelphia de 1 a 2 pulgadas y en Nueva York y Boston de alrededor de una pulgada.

Las gélidas condiciones podrían extenderse hasta el martes. Además, más de 80 millones de personas están bajo alertas climáticas.

235.000 clientes se quedaron sin servicio de electricidad en el sureste, incluidos más de 150.000 en las Carolinas, informó el sitio web PowerOutage.US. Asimismo, miles de vuelos fueron cancelados y una parte de la muy transitada autopista interestatal I-95 fue cerrada en Carolina del Norte.

El gobernador de Georgia, Brian Kemp, había declarado estado de emergencia el viernes y las máquinas quitanieves trabajaron desde antes del mediodía para despejar carreteras. Virginia y Carolina del Norte también declararon estado de emergencia.

El NWS advirtió que las acumulaciones de hielo se volverán muy peligrosas desde Spartanburg, Carolina del Sur, hasta Salisbury, Carolina del Norte, incluyendo toda el área metropolitana de Charlotte. Las ciudades del interior como Charleston, Pittsburgh, Buffalo, Syracuse y Burlington, Vermont, verán la acumulación de nieve más intensa este lunes por la mañana.