Colombia vive  un clima de elevada tensión, luego de que en las últimas horas una serie de atentados dinamiteros contra estaciones policiales ocasionaran 17  muertos y un centenar de heridos, en los departamentos de Nariño y del Cauca.

Pero  los atentados no pararon. El suroeste de Colombia fue ayer de nuevo blanco de acciones terroristas al estallar un coche bomba cuando iba a ser desactivado, con el resultado de dos heridos, y la localización de otro vehículo cargado con explosivos que iba a ser explosionado supuestamente por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).

Ferney Silva, el secretario privado del gobernador del Cauca, Temístocles Ortega, explicó por teléfono a Efe que en el municipio caucano de Miranda explosionó un coche bomba cuando uniformados de la fuerza pública trataban de desactivarlo, y adelantó que todo apunta a que los responsables son  las FARC. 

Según Silva, la detonación causó abundantes daños materiales y lesionó a dos civiles que se encontraban en las inmediaciones, pero que ya han sido dados de alta por las autoridades sanitarias.

Adolfo Escobar, alcalde del municipio de Pradera, que pertenece al vecino departamento del Valle del Cauca, explicó que en una zona rural de su jurisdicción hay dos vehículos apostados en la vía, y que al menos uno de ellos tiene explosivos. “El campero rojo, que se dio por desaparecido hace unos días, sí tiene explosivos.

Ahora los expertos acordonaron la zona para desarticularlo y para verificar si el otro tiene carga o no”, aseguró Escobar.

Los hechos ocurren en medio de un proceso para la liberación unilateral de al menos seis prisioneros en poder de las FARC y cuando se intenta acercar a las partes en conflicto a través de un eventual diálogo. A ese grupo guerrillero las autoridades atribuyeron los ataques, con lo cual se ha generado una creciente ola de rechazo dentro y fuera del país, pese que hasta ahora las FARC se han abstenido de confirmar o refutar la alegación.

Frente a ello, el presidente Juan Manuel Santos anunció  un importante refuerzo militar en la zona del conflicto. “Tumaco ha sufrido mucho, es señalado como un centro estratégico para el narcoterrorismo. Hemos decidido intervenir Tumaco con una unidad de la infantería de Marina y otra del Ejército.

Serán más de 2.500 hombres adicionales”, explicó Santos en el Consejo de Seguridad organizado el jueves en el departamento de Nariño.

El mandatario también informó sobre el aumento del contingente policial en 300 hombres.