El designado sucesor de Jorge Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires y primado de Argentina aseguró que su relación con el Gobierno de Cristina Fernández será "de respeto y colaboración", aunque con la "debida distancia".

En declaraciones publicadas  por la prensa local, Mario Poli, nombrado este jueves por el papa Francisco para sucederle en la Iglesia de Buenos Aires, dijo que la decisión del pontífice, del que fue colaborador, lo tomó por "sorpresa" y le causó "perplejidad y asombro".

El obispo de la ciudad de Santa Rosa (centro del país), quien iniciará su ministerio pastoral en Buenos Aires el próximo 20 de abril, sostuvo que entre los argentinos "falta diálogo en serio".

Poli, de 65 años, también se refirió a la postura que asumirá frente al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández, que tuvo una relación distante y por momentos tensa con Bergoglio como cardenal primado de Argentina.

"La relación con el Gobierno será de respeto y colaboración, pero con la debida distancia y diferencia. Somos cosas distintas. La cercanía con la gente nos hace pensar también y podemos decir cosas", sostuvo Poli.

"No quiero ubicarme en ningún escenario político. El pastor no pude tener ninguna bandería. Si no, se perdería parte de nuestro pastoreo. Somos pastores, no políticos", añadió.

Poli nació en Buenos Aires el 29 de noviembre de 1947, estudió Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires, donde se licenció en Servicio Social, y es también doctor en Teología por la Universidad Pontificia Católica de Buenos Aires.