Sube a 28 el número de muertos en las protestas en Venezuela
La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, informó este jueves en Ginebra, donde se celebra una reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que las protestas de Venezuela se han saldado con 28 muertos y 365 heridos.
"En total tenemos 28 fallecidos" desde el inicio de las protestas, declaró Ortega Díaz durante una conferencia organizada por Venezuela sobre los "avances" realizados por su país en materia de derechos humanos.
Uno de los fallecidos trabajaba como fiscal y otros tres eran miembros de la guardia nacional, precisó la responsable del ministerio público.
"De los 365 heridos que hay a día de hoy en Venezuela, 109 son funcionarios de la guardia nacional y de las distintas policías del país", añadió.
Ortega Díaz aseguró que "el derecho a manifestar no es absoluto", sino que "tiene límites". "Los ciudadanos tienen derecho a manifestar pacíficamente y sin armas", apuntó.
"Lo que comenzó en Venezuela como una manifestación pacífica, fue convertida en una situación de caos y violencia. (...) Fue el inicio de una serie de protestas no pacíficas", señaló la fiscal general, que detalló la incautación de 25 armas de fuego, material explosivo y 200 artefactos incendiarios, entre otros, durante las manifestaciones.
"El ministerio público no va a permitir ninguna detención arbitraria", dijo Díaz, quien precisó que "106 personas están privadas de libertad", entre ellas, 15 funcionarios públicos.
Sobre posibles violaciones de derechos humanos, la fiscal general confirmó 42 investigaciones en curso con el objetivo de sancionar a los responsables.
Durante la conferencia, representantes de varios países mostraron su apoyo a Venezuela, como Cuba, Ecuador, Nicaragua, Rusia y China.
Por su parte, un representante de la secretaría de Estado norteamericana para la democracia, los derechos humanos y el trabajo, Scott Busby, denunció "las detenciones arbitrarias y el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes y los periodistas".
Busby pidió una "investigación en profundidad" sobre la violencia y consideró "imperativo" una mediación que facilite el diálogo entre gobierno y oposición.