Strauss-Khan alborota la campaña presidencial
Las sospechas de que Muamar el Gadafi pudo financiar la campaña de Nicolas Sarkozy en 2007, y la reaparición del ex ministro socialista, Dominique Strauss-Kahn, han sacado los trapos sucios en la campaña presidencial que afrontaba ayer la recta final ante la segunda vuelta del próximo domingo.
Los partidarios de Sarkozy y del candidato socialista, François Hollande, se lanzaron acusaciones cruzadas con estos dos casos que han desviado la atención de la campaña mientras se celebraban dos grandes mítines en París y en Toulouse.
El presidente y candidato a la reelección consideró “una infamia” esas acusaciones, mientras que su primer ministro, François Fillon, acusó al medio de comunicación “Mediapart.fr” de ser “un laboratorio financiado por los amigos ricos de François Hollande”.
Mientras desde el campo socialista pedían explicaciones al presidente y la apertura de una investigación judicial, los conservadores destacaban la “oportunidad” de que esa acusación haya salido a una semana de la cita electoral y coincidiendo con la reaparición de Strauss-Kahn en la actualidad francesa.
El ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), que hace poco menos de un año era el favorito de los socialistas para portar la candidatura del partido a la presidencia, acusó a Sarkozy de haber promovido los escándalos que le obligaron a abandonar la vida política.
Así al menos se decía en una supuesta entrevista publicada por el diario británico “The Guardian”, aunque el entorno de Strauss-Kahn puntualizó que son extractos de un libro del periodista estadounidense Edward Epstein y que no se trata de frases textuales.
Sarkozy no ha dejado pasar la ocasión de atacar con ironía a los socialistas con el recuerdo de “un referente moral” que “querían llevar hasta la presidencia del país”.
Hollande reiteró que el ex ministro de Economía “no está en la vida política y no debe volver a ella”, en referencia a Strauss-Kahn.