Sospechoso de crimen de Cabral llegó a Guatemala
El presunto autor intelectual del asesinato del cantautor argentino Facundo Cabral, el costarricense Alejandro Jiménez, alias "El Palidejo", llegó la madrugada de este miércoles a Guatemala procedente de Colombia, país donde fue capturado el domingo.
La entrega de Jiménez por parte de las autoridades de Colombia se suspendió algunas horas a petición de Costa Rica, que solicitó garantías de que su ciudadano no será condenado a muerte en Guatemala en caso de ser encontrado culpable por el asesinato de Cabral en julio de 2011.
Poco antes de su expulsión, el fiscal general de Costa Rica, Jorge Chavarría, había anunciado a sus pares colombianos que su intención era que el detenido fuera entregado a Guatemala para que fuera juzgado en ese país.
Tras su arribo a suelo guatemalteco, Alejandro Jiménez fue recluido en una cárcel de máxima seguridad. El juez Juan José Lemus ordenó que alias el Palidejo, permanezca en la prisión Fraijanes I, 20 km al este de la capital, para que luego rinda su primera declaración este miércoles o jueves en el juzgado Quinto Penal que sigue el caso del crimen.
Jiménez, acusado en Guatemala de homicidio y de intento de asesinato, en un breve intercambio con periodistas se declaró inocente de los cargos.
"Soy inocente, hay mucha inocencia, mucha rabia y no sé de qué se me acusa", dijo Jiménez desde el auto en que fue conducido al presidio, tras llegar a la Fuerza Aérea Guatemalteca en un avión de la Policía colombiana.
La titular del Juzgado, Claudia González, decidirá cuál es el procedimiento después de escuchar el testimonio de Jiménez. Por su parte, el vocero del sistema penitenciario, Rudy Esquivel, afirmó que se redobló la seguridad en la cárcel para evitar cualquier incidente.
El Juzgado Quinto es la misma judicatura que envió a juicio a otros cuatro implicados en la muerte del trovador, cuya fecha de inicio aún se desconoce.
Cabral, de 74 años, fue asesinado cuando, tras haber ofrecido dos conciertos en la capital guatemalteca, se dirigía del hotel al aeropuerto en el coche que era conducido por el empresario nicaragüense Henry Fariñas, quien lo había contratado para actuar en Guatemala.