“Soñadores” celebran su victoria en EE.UU.
Kassandra Alemán, de 26 años, una de las beneficiarias del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), manifestó su felicidad tras el acuerdo de la Corte Suprema de bloquear la decisión de Donald Trump de rescindir el programa.
Sin embargo, consideró que la lucha no termina para los inmigrantes en Estados Unidos.
“Solo saber que puedo seguir adelante con mi vida por el momento me dio la esperanza que no había sentido en mucho tiempo”, dijo Aleman, que ahora piensa en postularse a la escuela de leyes.
La Corte Suprema dictaminó que DACA podría permanecer, afirmando que la administración Trump no dio una justificación para poner fin al programa, que en 2012 permitió a jóvenes que fueron llevados a Estados Unidos siendo niños, pero que carecen de estatus legal, la oportunidad de estudiar y trabajar sin temor a ser deportados.
Frente a la Corte Suprema y en ciudades de todo el país, las familias y los grupos absorbían las noticias y se regocijaban tras años de preocupación y movilización.
Según el Instituto de Política de Migración, 650.000 personas se benefician del DACA. La mayoría, como Aleman, llegaron de México.
“Básicamente no se fundamentó la cancelación del programa (...) volvemos al tiempo y las expectativas establecidas, el efecto desproporcional a la comunidad y también se alegaron motivos discriminatorios”, explicó el abogado de inmigración Ángel Leal.
Vanita Gupta, presidenta y directora ejecutiva de la Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles y Humanos, celebró la decisión de la corte en un comunicado, pero advirtió que todavía queda trabajo por hacer.
“La pelea no ha terminado (...) nos comprometemos a luchar junto a ellos y a garantizar que el Congreso actúe de inmediato para que los beneficiarios de DACA puedan vivir en paz y seguridad”.
Bajo el programa, los jóvenes llamados dreamers (soñadores) pueden trabajar legalmente, solicitar préstamos escolares si reúnen ciertos requisitos y pasan una revisión de antecedentes.
Trump trató de eliminar el programa desde que llegó a la presidencia, 2016, alegando su ilegalidad e inconstitucionalidad desde un principio, pero fue bloqueado por las cortes y apeló al Tribunal Supremo.
Momentos después de la decisión, Trump arremetió contra el tribunal y tuiteó: “Estas decisiones horribles y políticamente cargadas que salen de la Corte Suprema, son disparos de escopeta a la gente que se enorgullece de llamarse republicanos o conservadores”.
La decisión de la Corte Suprema fue ampliamente recibida con elogios de varios legisladores demócratas, líderes empresariales, inmigrantes y grupos de defensa. (I)