Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, y Florencio Randazzo, ministro del Interior, serán los dos únicos competidores por el oficialismo en las primarias de Argentina, tras un reclamo de la presidenta Cristina Kirchner de evitar la múltiples candidaturas.

El jueves de la semana pasada, Kirchner llamó a "abandonar los egos personales" y darse "un baño de humildad" a los postulantes de los cargos electivos por el Frente para la Victoria (FPV, peronismo de centroizquierda).

Las primarias serán el 9 de agosto y las elecciones generales el 25 de octubre. Kirchner culmina su segundo mandato sin posibilidad de reelección por mandato constitucional.

La respuesta no se hizo esperar y los precandidatos oficilistas fueron bajándose de la carrera presidencial, hasta quedar sólo los dos mejores ubicados en los sondeos de opinión.

La primera renuncia fue la del gobernador de la provincia de Entre Ríos (centro este), Sergio Urribarri, el miércoles, y este jueves fue el turno del ministro de Defensa, Agustín Rossi, y del excanciller Jorge Taiana, que declinaron a sus respectivas postulaciones.

"La Presidenta ha pedido una reflexión colectiva y la he entendido en ese marco. Mi aporte es retirar mi precandidatura", declaró Rossi en conferencia de prensa.

La prensa tomó con humor y alegorías deportivas la catarata de bajas: "El baño de humildad es inundación", ironizó el diario El Cronista, mientras que el otro rotativo Página 12 tituló: "Scioli y Randazzo a la final".

El gobierno busca achicar la oferta electoral del FPV luego de la experiencia negativa en las primarias de la Capital argentina, donde el kirchnerismo diluyó su oferta entre varios precandidatos y finalmente quedó en tercer lugar en un distrito que le es adverso.

El gobierno ofrecerá ahora a los argentinos dos opciones en las primarias del 9 de agosto; Scioli, un peronista aliado a la presidenta, y Randazzo, quien se postula como el más kirchnerista, aunque ninguno recibió la venia de la mandataria.

Scioli, el gobernador del principal distrito que reúne a cerca del 38% del padrón electoral, encabeza las encuestas de intención de voto hacia las presidenciales de octubre casi en paridad con Mauricio Macri, el alcalde de Buenos Aires, precandidato por el derechista PRO.

Randazzo, más rezagado en los sondeos, aspira a sumar los simpatizantes de los precandidatos que acaban de bajarse de la carrera presidencial para arrebatarle a Scioli una candidatura que aparece por el momento como segura. (I)