Rusia y los países occidentales del Consejo de Seguridad de la ONU volvieron ayer a mostrar sus divergencias a la hora de responder a la crisis siria, al enfrentarse sobre la necesidad de amenazar con sanciones a quien incumpla el plan de paz ideado por Kofi Annan para Siria.

Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y Portugal presentaron un proyecto de resolución que amenaza con sanciones diplomáticas y económicas a Siria si ese país no repliega antes de diez días sus tropas de los centros urbanos y detiene el uso de armamento pesado.

Sin embargo, Rusia presentó su propio proyecto de resolución sin la amenaza de ningún tipo de sanciones, un texto que cuenta con el apoyo de Pekín.

Así, más de 16 meses después del inicio de la crisis en Siria y con dos vetos de Rusia y China a iniciativas similares -en los pasados octubre y febrero-, los miembros permanentes del Consejo siguen divididos sobre cómo lograr una solución a un conflicto que se ha cobrado la vida ya de más de 15.000 personas.