Los sirios acudieron ayer a las urnas para votar en un referendo sobre una reforma constitucional que abrirá el país al pluripartidismo, en una cita boicoteada por la oposición y que se celebraba en medio del diario baño de sangre que vive el país.

El Ministerio sirio del Interior informó que 11.185 centros de votación abrieron sus puertas a las 07:00 horas locales (05:00 GMT) y estaba previsto cerrarlas a las 19:00 (17:00 GMT), aunque se prolongaría  hasta las 22:00 (20:00 GMT) si había afluencia de votantes.

Las autoridades sirias anunciaron que posiblemente los resultados del referendo serán publicados hoy. Las elecciones se dieron en medio de un ambiente de violencia y de la presión internacional.

La evacuación de los heridos de la ciudad de Homs, en el centro de Siria, seguía estancada, a pesar de las negociaciones que ayer  mantuvieron la Cruz Roja Internacional (CICR) y la Media Luna Roja con las autoridades y los opositores sirios.

El portavoz del CICR en Siria, Saleh Dabakeh, explicó que era imposible evacuar a los civiles heridos en el barrio de Baba Amro por  razones que no reveló.

De su lado, la espiral de violencia en Siria condicionará los trabajos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que hoy  iniciará en Ginebra su XIX sesión ordinaria y que mañana celebrará un “debate urgente” sobre la situación en ese país.

La presidenta del Consejo y embajadora de Uruguay, Laura Dupuy Lasserre, espera que el debate sirva para emitir “un mensaje de alto nivel y sólido” sobre la necesidad de poner fin a la violencia que desangra Siria desde hace  cerca de un año.

Dupuy explicó que “el único mensaje” que reciben de Siria tiene que ver con la presión que existe para propiciar “un cambio de régimen” a toda costa.