Los principales sindicatos de Brasil se movilizaron el viernes 22 de marzo de 2019 en 120 ciudades para protestar contra la polémica reforma del sistema de pensiones y jubilaciones propuesta por el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro y que fue presentada al Congreso para debatir su aprobación.

La jornada, denominada como "Día Nacional de Lucha en Defensa del Sistema de Pensiones", se realizó en todas las 27 capitales y en casi una centena de ciudades más, movilizando también a organizaciones sociales que se posicionaron en contra de la reforma.

"Hoy es el marco, hoy se inicia una gran jornada por el país contra ese proyecto de destrucción de la previsión social", dijo a EFE el excandidato presidencial Guilherme Boulos, uno de los líderes del opositor Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST)

Boulos encabezó la concentración en las afueras del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP), en la céntrica Avenida Paulista y que de acuerdo con el líder social reunió unas 70.000 personas.

Las movilizaciones ocurren un día después de la prisión del expresidente Michel Temer, acusado de corrupción, y cuyo encarcelamiento, según analistas, podría salpicar a otros políticos y dificultar la aprobación en el Congreso de la reforma propuesta por el Ejecutivo.

Para Boulos, el embate "es una cuestión de ellos. Si ellos tienen divergencias internas en la base del Gobierno es una cuestión de ellos".

La reforma del sistema de pensiones es una de las principales promesas de campaña de Bolsonaro, quien el pasado mes de febrero presentó el proyecto al Congreso, con el que pretende ahorrar 265.000 millones de dólares en 10 años.

Uno de los puntos más novedosos de la propuesta general presentada en febrero es establecer una edad mínima para acceder a la jubilación de 62 años para las mujeres y de 65 años para los hombres, ya que las normas actuales facilitan que en algunos casos las jubilaciones puedan realizarse antes de los 50 años.

"Yo pienso que quien va a perder más son los profesores, que van a perder la jubilación especial, tener que quedarse cuarenta años en una sala de aulas", apuntó la profesora Andrea Carla Selarin, de 47 años.

A ello se suma una propuesta específica para los militares, quienes cuentan con un régimen de cotización diferenciado y con la que se busca un ahorro de 2.780 millones de dólares en una década, lo que supone tan sólo un 1 % de lo que se economizará con la propuesta general.

El Gobierno considera que la reforma es "fundamental" para evitar el colapso del sistema, el cual, a su juicio, estrangula al Estado y presiona un creciente déficit fiscal, que el año pasado fue del 7,09 % del Producto Interior Bruto (PIB) y que se prevé que será similar este año.

De ser finalmente aprobada, la reforma dejará allanado el camino hacia un sistema de capitalización individual, similar al chileno y en el que la jubilación de cada trabajador dependerá de su capacidad de ahorro a lo largo de su vida laboral.

"Mire lo que pasó en Chile, que es el modelo ejemplo de ellos y hoy en Chile el 80 % de los jubilados recibe menos de un salario mínimo. Ese el proyecto, destruir la previsión social y las personas están comenzando a darse cuenta y percibir", criticó Boulos.

En Río de Janeiro, en tanto, la manifestación tuvo lugar en el centro de la ciudad, frente a la iglesia de La Candelaria, y los gritos en contra del Gobierno de Bolsonaro y a favor de los derechos de los trabajadores se repitieron durante más de cinco horas en la zona centro de la ciudad.

La asistencia en Río de Janeiro fue menor que las marchas por el Día de la Mujer, el pasado 8 de marzo, o por el primer aniversario del asesinato de la concejala y activista de derechos humanos Marielle Franco, el último 14 de marzo.

También en la manifestación se podían observar pancartas con lemas feministas y en defensa del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso por supuesta corrupción hace casi un año.

Silvia Helena dos Santos, profesora y asistente a la manifestación, manifestó que la reforma "perjudica a la mujer, que va a tener que trabajar más todavía. La mujer que ya es sobrecargada, es ama de casa, que estudia, trabaja y va a tener que trabajar más". (I)