El papa Francisco dijo ayer, en su tercer día de visita a Colombia, que todo esfuerzo de paz sin un compromiso sincero de reconciliación “siempre será un fracaso”. Al intervenir en Villavicencio en una misa de beatificación de dos sacerdotes colombianos, el jerarca católico afirmó que “Colombia, hoy, quiere reconciliarse” y salir “del pantano de la violencia y el rencor”.

Ante más de un millón de fieles congregados en el parque Catama de Villavicencio (75 kilómetros al suroriente de Bogotá), Francisco dijo que la reconciliación de Colombia, donde los acuerdos de paz con la exguerrilla de las FARC son rechazados por un amplio sector de la sociedad, es posible si hay verdad y “si la luz del evangelio llena nuestras historias de pecado, violencia y desencuentro”.

La reconciliación, aseguró el Papa, no es una palabra abstracta, sino muy concreta, que abre una puerta a todas y a cada una de las personas que han vivido la dramática realidad del conflicto armado.

“Cuando las víctimas vencen la comprensible tentación de la venganza se convierten en los protagonistas más creíbles de los procesos de construcción de la paz”, afirmó el jerarca católico en Villavicencio, que fue uno de los epicentros de la guerra interna que vivió Colombia con las FARC.

Francisco pidió que cada colombiano se anime a dar el primer paso hacia la reconciliación sin esperar a que lo hagan los otros. “Basta una persona buena para que haya esperanza, no lo olviden: basta una persona buena para que haya esperanza y cada uno de nosotros puede ser esa persona”.

Explicó que eso no significa desconocer o disimular las diferencias y los conflictos, ni legitimar las injusticias personales o estructurales. La reconciliación, sostuvo, “es un encuentro entre hermanos dispuestos a superar la tentación del egoísmo y a renunciar a los intentos de pseudojusticia”.

En ese entorno, “nos toca a nosotros decir sí a la reconciliación concreta”, puntualizó, en su tercer día de actividades en Colombia, donde este domingo concluirá su visita.

En el parque Catama de Villavicencio, capital de la zona llanera de Colombia, beatificó a dos sacerdotes colombianos víctimas del conflicto armado: el obispo de Arauca, Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, quien fue asesinado hace 28 años por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), y el párroco Pedro María Martínez, ejecutado a machetazos en 1948 en el marco del conflicto liberal-conservador.

Ambos religiosos son considerados mártires por la Iglesia católica, por lo cual Francisco los beatificó sin necesidad de que la Congregación para la Causa de los Santos realizara un proceso para comprobarles un milagro.

La ceremonia, que tuvo un preámbulo de música llanera, con arpas, cuatro y maracas, fue realizada ante los cuerpos de Jaramillo Monsalve y Martínez, que fueron exhumados en Arauca y La Plata, Huila, hace dos semanas, para trasladarlos a Villavicencio. Tras ser declarados beatos, sus retratos en óleo fueron develados.

La beatificación de dos sacerdotes víctimas de la guerra interna colombiana fue asumida por Francisco como un acto de reconciliación entre víctimas y victimarios de ese conflicto que ha causado más de 220.000 muertos hace 53 años y el cual se encamina hacia su fin tras el acuerdo de paz con la exguerrilla de las FARC y los diálogos entre el gobierno y el ELN en Quito (Ecuador).

Por la tarde, el papa Francisco encabezó en el parque Las Malocas de Villavicencio el ‘Gran Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional’, en que estuvieron presentes unas 6.000 víctimas del conflicto armado, procedentes de diversas partes del país y algunos victimarios que fueron parte de las fuerzas militares, la policía, grupos paramilitares y exguerrilleros.

Las FARC piden perdón a víctimas

En el marco del mensaje de reconciliación que ha marcado la visita de Francisco a Colombia, el excomandante en jefe de las FARC y presidente del partido político de esa exguerrilla, Rodrigo Londoño, ‘Timochenko’, envió una carta al líder católico en la que le expresa su admiración y piden perdón a las víctimas que causaron en la guerra.

Los llamados de Francisco, dijo, han servido para “iluminar las tinieblas que por tanto tiempo han cubierto la vida de nuestra nación”. ‘Timochenko’ afirmó que las reiteradas menciones del Papa “acerca de la misericordia infinita de Dios, me mueven a suplicar su perdón por cualquier lágrima o dolor que hayamos ocasionado al pueblo de Colombia o a uno de sus integrantes”.

“Hemos declinado cualquier manifestación de odio y de violencia. Nos anima el propósito de perdonar a quienes fueron nuestros enemigos y tanto daño hicieron a nuestro pueblo, cumplimos el acto de contrición indispensable para reconocer nuestros errores...”.

‘Timochenko’ mencionó que el acuerdo de paz suscrito entre las FARC y el gobierno colombiano en noviembre pasado permitió poner fin al más largo conflicto armado ‘en nuestro continente’. Además le pidió orar “para que no se vaya a frustrar el enorme esfuerzo que involucró conformar la mesa de conversaciones, discutir en ella durante años, vencer las necias resistencias a cualquier acuerdo y finalmente pactar la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable”.

El exjefe guerrillero dijo estar seguro de que el paso de Francisco por Colombia dejará una marca profunda en el país. “Dios está con usted, no hay duda. Rogamos porque en adelante esté siempre con Colombia. Porque su amor reporte la paz, la reconciliación y la justicia que tanto anhelan los hijos e hijas de esta patria”.
‘Timochenko’ se declaró en el texto “devoto admirador” de Francisco y le expresó: “Dios lo bendiga, padre santo”.

Acuerdo de cese del fuego

El jefe del equipo de negociadores del gobierno colombiano con la guerrilla del ELN, Juan Camilo Restrepo, aseguró ayer que la visita del Papa a Colombia fue determinante para que las partes acordaran un cese bilateral del fuego y de hostilidades que se prolongará, en principio, hasta enero próximo.

“La visita del Papa sin duda influyó en este avance de firmar con el ELN un primer acuerdo (de cese bilateral del fuego) que nunca se había alcanzado con ellos en 50 años”, indicó Restrepo, en el centro internacional de prensa instalado en Bogotá con motivo de la presencia de Francisco en Colombia.

El jefe de la delegación gubernamental en la mesa de diálogos reconoció el papel que ha tenido la Iglesia católica en la negociación y valoró el acompañamiento que hará en la veeduría y supervisión del cese del fuego, que iniciará el próximo 1 de octubre. (I)