La primera edición de la Semana de la Agricultura y la Alimentación: desafíos futuros para América Latina y el Caribe se realiza desde este 20 de noviembre con un llamado a realizar una gran transformación regional en el sector.

'Vivimos en una época en que la agricultura está presionada a realizar una nueva gran transformación. No es solo que los avances científicos la permitan, es que los grandes dilemas de nuestro planeta la demandan', expresó en su discurso inaugural el representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Julio Berdegué.

La nueva revolución de la agricultura debe responder al hecho de que en esta región producimos alimentos suficientes para sus 646 millones de habitantes y 169 millones más, y sin embargo, 39 millones sufren hambre, cifra que viene aumentado hace tres años', subrayó.

Berdegué explicó que los alimentos que producen la región se venden en cada rincón del planeta, pero 294 millones de personas -el 46 por ciento de la población- sufre alguna forma de malnutrición.

'La revolución agrícola que necesitamos es una que erradique el hambre y que siente las bases de una alimentación que enriquezca nuestras vidas, no una que nos enferme', enfatizó.

La transformación de la agricultura debe hacerse cargo del hecho lacerante de que hoy, en pleno siglo XXI, casi la mitad de la población rural vive en condición de pobreza y que uno de cada cinco habitantes rurales vive en pobreza extrema, dijo.

Este gran foro regional reúne hasta el 23 de noviembre a más de mil participantes para impulsar la seguridad alimentaria en la región, el desarrollo agrícola y rural; la innovación tecnológica en el campo y una nueva economía agroalimentaria resiliente al cambio climático, de acuerdo con información divulgada por la FAO.

El programa incluye más de 50 eventos paralelos sobre aspectos como alimentación escolar, los sistemas de abastecimiento, la transformación de los sistemas alimentarios, los aportes de la agroecología, la alimentación saludable, el impacto tecnológico y el desperdicio de alimentos. (I)