Se registraron actos de violencia en protesta anti-inmigrantes en Chile
El sábado 25 de septiembre, cerca de 5.000 personas se movilizaron en Iquique, norte de Chile, para manifestarse contra la inmigración irregular. Con amenazas xenofóbicas y quemas de las pertenencias precarias de los migrantes venezolanos indocumentados, las protestas alcanzaron altos niveles de violencia.
Esto ocurrió luego de que la policía chilena desalojara a cientos de migrantes de plaza central pública de la ciudad. La plaza, que había sido declarada en riesgo sanitario, fue ocupada durante meses por sucesivas familias, muchas con menores y bebés, a la espera de poder trasladarse a la capital chilena u otras partes del país en busca de trabajo y vivienda.
La marcha, que fue retransmitida por las televisoras locales, transcurrió con pancartas en las que se leía “Cierre de fronteras ahora’' o “No más inmigrantes indeseables’' junto a oleadas de banderas chilenas.
Los manifestantes terminaron en una playa sobre el Pacífico, en la Plaza Prat, en el casco histórico de Iquique. Allí, la policía tuvion que controlar a los protestantes chilenos que se acercaron a agredir a venezolanos en situación de calle. Según informó AFP, estas personas buscaban, desde la mañana del sábado, donde esconderse de los manifestantes con sus niños en brazos o en coches.
Por otro lado, varios manifestantes radicales se dirigieron a un par de pequeños campamentos de migrantes venezolanos en otras zonas de la ciudad y quemaron en una barricada sus pocas pertenencias: peluches, bicicletas, carpas, colchones, bolsos, cobijas, juguetes que reciben en donaciones.
El 02 de octubre está prevista una nueva marcha según consta en un afiche publicado en redes sociales.
???♥️??#ElQueNoAportaSeDeporta#NoMasInmigrantesIlegales
— monica guerrero (@monicagdepil) September 27, 2021
Stgo se une porqué Chile es de todos!!Y también fuimos invadidos @T_Real_Patriots @Navarro_Aquiles @Lore_laserena @Francis25830521 @DaveFSil76 @rovert42865892 @tere_marinovic pic.twitter.com/4gEdUDA9tU
A Iquique llegan numerosos migrantes, principalmente de Venezuela y Colombia, que ingresan de forma irregular por fronteras del desierto chileno.