En California, el 24 de agosto del 2022,  se aprobó un conjunto de reglas que prohíben la venta de automóviles a gasolina, convirtiéndose en el primer estado estadounidense que ha limitado esta venta, con el fin de combatir la contaminación ambiental.

Es así que, a partir del 2035 todos los autos nuevos que se vendan deben ser eléctricos o de modelos híbridos.

El objetivo de estas medidas son reducir de forma drástica las emisiones de dióxido de carbono en las próximas dos décadas.

La implementación de esta nueva disposición se planea que sea de manera progresiva.

Es así que, para el 2026, el 35% de los coches nuevos tendrán que ser cero emisiones, un porcentaje que deberá aumentar hasta alcanzar el 68% para el 2030 y el 100% en cinco años más. Las autoridades californianas prevén que, con este plan, para 2040 las emisiones de los gases de efecto invernadero se reduzcan a la mitad.

En caso de que se incumplan las normas, los fabricantes podrán enfrentar multas de hasta USD 20.000 por unidad.  

Esta prohibición no implica que dejen de existir los autos a gasolina para el 2035, es decir que seguirá siendo legal conducir vehículos con motor de combustión interna, adquirirlos en el mercado de segunda mano o en otro estado.

Respecto a este asunto se han presentado varias opiniones.

"No es tan estricta como podría haber sido", dijo Regina Hsu, abogada en Earthjustice, una organización sin fin de lucro que se dedica a litigar en casos medioambientales.

Por otro lado, los estados de Washington y Massachusetts ya han dicho que seguirán el ejemplo de California.

Se espera que la aplicación de estas reglas impacte en la industria automotriz de Estados Unidos, debido a que California representa alrededor del 11% de las ventas totales para el sector automotriz del país, siendo el mayor mercado.