En un país “futbolero” como pocos, bien vale la metáfora: Daniel Scioli ganaba cómodo 2 a 0, pero Mauricio Macri lo empató en forma inesperada sobre la hora y se puso rápido 3 a 2 en tiempo suplementario. Ahora, en un debate televisado esta noche que espera aglutinar a la mitad del electorado, el candidato del gobernante Frente por la Victoria (FPV) empezará a mandar centros al área de su rival de la alianza derechista Cambiemos para igualar y obligarlo a una definición por penales.

Todo está preparado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que albergará este histórico debate a una semana del balotaje del 22 de noviembre. “Será un punto de inflexión en la campaña”, resumió José ‘Pepe’ Scioli, hermano del postulante “kirchnerista” y uno de sus principales asesores.

Los sondeos divulgados en los últimos días coinciden en que Macri aventaja de 6 a 8 puntos a Scioli, aunque las encuestadoras vaticinaron en la primera vuelta un amplio triunfo del FPV que finalmente se reveló como una magra diferencia de menos de tres puntos (37,08% a 34,15%).

El postulante oficialista cometió el error de no participar del debate celebrado el pasado 4 de octubre entre los candidatos que se presentaron en la primera vuelta del 25 de ese mes. Eran tiempos en que lideraba con comodidad los sondeos y la estrategia pasaba por no “confrontar” con sus rivales, ya que los números lo ponían en la antesala de un triunfo en primera vuelta. Esa decisión le costó caro, coincidieron los analistas.

Ahora, todo es distinto. Scioli tal vez se jugará este domingo su última gran oportunidad de inclinar la balanza a su favor. La estrategia será mostrar un candidato “firme” que se sitúe en la mitad del ring para recuperar protagonismo, contrastando los dos modelos de país en pugna y el rechazo en su momento de Cambiemos a proyectos emblemáticos del “kirchnerismo” que gozan de gran respaldo popular y que hoy apoya, como la recuperación de YPF, la estatización de Aerolíneas Argentinas, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y el matrimonio igualitario, entre otros. Y remarcar que, con Macri, “se vendrá una devaluación y el ajuste”, como afirman sus voceros.

El debate durará 75 minutos, será transmitido por la mayoría de los canales de televisión de aire y se estima que tendrá un rating de al menos 40 puntos (4 millones de hogares) llegando a picos de audiencia de 15 millones de personas, la mitad del electorado.

Macri se concentra en profundizar en el debate un estilo que le ha dado hasta ahora buenos resultados. (I)