De acordarse el cese bilateral al fuego con las FARC, el presidente Juan Manuel Santos pedirá a la ONU la verificación internacional. Así lo anunció el jefe del Estado colombiano desde Manila, Filipinas, a donde viajó para participar en la XXIII Cumbre del Foro APEC.

A este hecho se suma que en las conversaciones de La Habana están enredadas por culpa de la fecha límite para la firma del acuerdo de paz entre las dos partes. Mientras el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, acusó al Gobierno de querer "ralentizar" el proceso de paz y "complicar" la llegada a un acuerdo final en un plazo no mayor de seis meses, de acuerdo con lo pactado por ambas partes en septiembre pasado, Santos respondió que es el grupo guerrillero el que complica los diálogos por las sucesivas peticiones por fuera de la mesa de La Habana.

Sobre el pedido a la ONU, el presidente colombiano indicó que “voy a pedir apoyo para que la resolución de las Naciones Unidas, cuando acordemos con las FARC, solicitar el monitoreo y la verificación, se haga no solamente a la mayor brevedad posible sino se haga de la mejor forma posible, y la mejor forma posible es una resolución muy sencilla, muy limpia, en donde se den los recursos lo más pronto posible para que pueda iniciarse apenas tengamos algún acuerdo”.

Precisamente Santos informó que tene previstas reuniones bilaterales con varios jefes de Estado y de Gobierno participantes en la Cumbre APEC, varios de ellos de naciones que hacen parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y que por lo mismo serían determinantes para que el organismo vote a favor y con mayor celeridad una resolución acompañando a Colombia en este delicado proceso.

Santos explicó que la intención de su gobierno es que este cese el fuego sea definitivo, por lo que espera que el Consejo de Seguridad “nos pueda dar ese mandato a la mayor brevedad posible y mientras tanto en La Habana acelerar las conversaciones”.

Naciones Unidas así como la Unión Europea y las principales potencias del mundo han manifestado desde un principio apoyo al proceso de paz que desde noviembre de 2012 adelanta el gobierno de Santos con las FARC.

El pasado 23 de septiembre, cuando en La Habana se logró el acuerdo más importante hasta el momento entre las partes sobre justicia y además se puso una fecha límite para la firma del acuerdo final, 23 de marzo de 2016, el secretario general de ONU, Ban Ki-moon, aplaudió este hecho señalando en un comunicado que “representa un avance significativo hacia el logro de un acuerdo final de paz y pone a Colombia aún más cerca de cerrar el conflicto armado más duradero en el hemisferio”.

Las FARC han insistido desde el inicio de las conversaciones en un cese el fuego bilateral, encontrando la negativa del Gobierno porque se reafirma que éste solo podrá materializarse una vez se dé el acuerdo final.

Sin embargo ante el avance de las negociaciones el presidente Santos sorprendió al final de octubre pasado, al señalar que dicho cese el fuego se podría dar incluso antes de la firma del acuerdo final, proponiendo en este sentido hacerlo desde el 1° de enero de 2016.

"Hagamos ese esfuerzo para que, de aquí al 31 de diciembre podamos, por ejemplo, terminar el punto 5, el del fin del conflicto, y así poder decretar un cese al fuego bilateral y verificable internacionalmente a partir del primero de enero (2016)”.

De otra parte, Timochenko insistió en que se han vuelto “frecuentes” los “aplazamientos, los pretextos y las disculpas” para incumplir los ciclos y las sesiones del proceso de conversaciones entre la insurgencia y los negociadores del presidente Juan Manuel Santos. (I)