Santos ordena intensificar ofensiva militar contra guerrilla luego de varios atentados
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, condenó ayer el asesinato de un teniente coronel de la Policía, por parte de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y aseguró que acciones como esta no lo llevarán a pactar un cese bilateral del fuego, al contrario dio órdenes de intensificar la ofensiva militar.
“Si con estos actos cobardes, insensatos, las FARC pretenden llevarme a un cese bilateral del conflicto se equivocan. La orden para las Fuerzas Militares la he reiterado esta mañana, es arreciar, es mantener la ofensiva militar, es combatir en todas las formas este terrorismo”, dijo ayer a medios colombianos en Roma.
El jefe de Estado, que está de gira por Europa, se refirió al atentado del viernes que costó la vida al teniente coronel de la Policía Alfredo Ruiz Clavijo y al patrullero Juan David Marmolejo; y agregó que ataques como ese minan la confianza de los colombianos en el proceso de paz.
Los dos policías murieron este viernes un día después de que otros 3 policías fallecieron en una situación similar como parte de la ofensiva que mantiene la guerrilla tras la suspensión de la tregua unilateral el 22 de mayo, informó la Policía.
El último ataque se produjo cuando los uniformados se movilizaban en una patrulla del municipio de Córdoba al de Ipiales, en el departamento de Nariño (en el suroeste), fronterizo con Ecuador.
Mientras que el ataque anterior se produjo en el cercano departamento del Cauca, que las autoridades lo describieron como un asalto con explosivos y ráfagas de fusil de las FARC, con las que el gobierno negocia la paz en La Habana sin un cese bilateral del fuego.
Los diálogos de paz avanzan desde noviembre de 2012 pese a que la principal guerrilla de Colombia suspendió un cese unilateral del fuego, que inició en diciembre, tras un bombardeo oficial que dejó una veintena de insurgentes muertos.
Además de los ataques a uniformados, las FARC han perpetrado atentados con explosivos en carreteras, incinerado buses intermunicipales, derribado torres de energía y vertido masivamente petróleo en zonas rurales del suroeste del país, de acuerdo con un balance de la estatal Defensoría del Pueblo tras el fin del alto el fuego.
Desde entonces, según la entidad encargada de velar por los derechos humanos en Colombia, el grupo rebelde ha perpetrado 27 acciones “con afectación directa a la población civil”.
Los ataques a la infraestructura eléctrica dejaron sin luz por varios días el puerto de Buenaventura, en el Pacífico colombiano, el municipio de Tumaco, cercano a esa zona, así como el departamento del Caquetá (en el suroeste), donde el servicio fue restablecido el pasado viernes.
Además, otras 3 torres de energía fueron derribadas en el departamento de Cundinamarca, al que pertenece Bogotá, informó la empresa de energía de la capital, que descartó la afectación de las redes de la ciudad más importante de Colombia.
El conflicto colombiano, de más de medio siglo, ha dejado oficialmente 220.000 muertos y más de 6 millones de desplazados. (I)
