El presidente colombiano Juan Manuel Santos exigió este jueves al ELN liberar al alcalde de la localidad Alto Baudó (noroeste), tras su secuestro atribuido a esa guerrilla, y condicionó el inicio de diálogos de paz con ese grupo insurgente a que renuncie a este delito.

"Sabemos que es el ELN (Ejército de Liberación Nacional, guevarista) el que tiene a este alcalde. Así sea para lo que ellos llaman rendir cuentas o cualquier otro motivo, esto es un delito, un crimen inaceptable.

Exigimos su pronta liberación", dijo el mandatario en el departamento del Chocó (noroeste), al cual pertenece la localidad de Alto Baudó.

El burgomaestre Fredys Palacios cayó el martes en poder de la segunda guerrilla de Colombia, que cuenta con unos 2.500 combatientes según estimaciones oficiales, "cuando se trasladaba en una lancha del Alto al Medio Baudó", una zona selvática cercana al Pacífico colombiano, informaron las autoridades de la región.

Santos advirtió además a los dirigentes del ELN que "si quieren realmente entrar en un proceso de paz, tienen que renunciar a esa modalidad del secuestro, que es uno de los crímenes más cobardes que puede tener cualquier organización".

El ELN anunció en junio de este año el inicio de diálogos preliminares con el gobierno colombiano para acordar la agenda de una futura mesa de negociación, sin precisar cuándo ni dónde iniciarían las pláticas.
Aparte de pedir a la guerrilla la puesta en libertad del mandatario local, el presidente solicitó a las fuerzas armadas que adelanten un rescate militar.

"Quiero decirle a las fuerzas militares lo que les he dicho en privado. Háganme el favor y me liberan a ese alcalde lo más pronto posible", afirmó el jefe de Estado.

El gobierno colombiano ya adelanta negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), primera guerrilla del país, desde noviembre de 2012 en La Habana.

Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo en el que han participado guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, fuerzas militares y bandas narcotraficantes, que ha dejado unos 220.000 muertos según cifras oficiales.