Sánchez acepta las condiciones impuestas por Ciudadanos
El socialista Pedro Sánchez ha dado un paso de gigante hacia su investidura como nuevo presidente del Gobierno de España, al aceptar las cinco exigencias realizadas por el neoliberal partido Ciudadanos. Según ha indicado el propio Sánchez en una rueda de prensa improvisada en el Congreso de los diputados minutos antes de comenzar su reunión clave con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, “acepto los cinco puntos planteados por Albert Rivera”.
Lo que no ha desvelado el candidato del PSOE es si ese posible pacto sólo se circunscribe a su investidura o servirá para toda la legislatura. Algún medio de comunicación asegura que Sánchez ha señalado de manera extraoficial que se trata de un acuerdo “de gobierno”. Fuentes socialistas consultadas por El Telégrafo no han podido confirmar ni desmentir este extremo y se han limitado a informar que “la intención es conformar un ejecutivo fuerte y transversal donde también estén otras fuerzas políticas además de Ciudadanos”.
Por el momento se conoce que los socialistas aceptan realizar una reforma express, es decir, en menos de dos semanas, de la Constitución para modificar cinco artículos propuestos por el grupo emergente liberal. “Suprimir la figura de los aforados para desbloquear las investigaciones de corrupción que afecta a los cargos del Estado, facilitar las iniciativas legislativas populares, despolitizar la elección de jueces, eliminar las duplicidades institucionales entre el gobierno central y los ejecutivos autonómicos y limitar los mandatos presidenciales a ocho años”, enumeró su líder, Albert Rivera.
Habrá que ver qué margen de maniobra negociadora encuentran ahora Podemos y el resto de formaciones de izquierda para apoyar a Pedro Sánchez. La realidad, y la aritmética, son tozudas y ambas siguen indicando que los 40 votos de Ciudadanos no sirven al candidato socialista para ser investido presidente del gobierno el próximo 2 de marzo, pese a que el debate se haya adelantado un día por razones de tiempo.
La suma de ambos grupos asciende hasta los 160 y se quedaría a 16 votos de la mayoría que necesita. La izquierda no parece seducida por esta entente y, a no ser que se produzca un milagro en forma de cesiones programáticas en temas económicos, rechazará la candidatura socialista. Otro importante escollo que deberá solventar Pedro Sánchez será conocer si la militancia del PSOE, mayoritariamente favorable a un acuerdo con Podemos y el resto de fuerzas progresistas, avala su posible pacto con Ciudadanos. Cuando examinó su programa de negociación ante el Comité Federal hace un mes prometió consultar la opinión de la base del partido. Ahora, cualquier cosa puede suceder. (I)