Más sal en sus comidas, más probabilidad de morir de infarto, según última investigación científica.
Datos publicados por la revista médica Heart concluyen que los riesgos de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y enfermedad cardiovascular, se reducen significativamente en pacientes que reemplazaron la sal de mesa en sus dietas y sustituyeron por la sal de dieta, baja en sodio.
La información respalda los hallazgos del estudio previo de la Universidad Médica de Harbin en China, pero no estaba claro si sus hallazgos se replicarían en otras regiones y entre otras poblaciones.
La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte en todo el mundo, con presión arterial alta, que se asocia con una dieta alta en sodio, conocida por ser un factor de riesgo importante en la muerte prematura. Se cree que, a nivel mundial, hasta 1 280 millones de personas pueden tener presión arterial alta, y menos de la mitad de ellas han sido diagnosticadas.
Después de ver los resultados del estudio chino, los investigadores tomaron datos de 21 ensayos clínicos internacionales de cerca de 30 000 personas en las Américas, Europa, Asia y la región del Pacífico Occidental, con una duración de entre un mes y 5 años.
Los sustitutos de la sal significan que una proporción de cloruro de sodio se reemplaza con cloruro de potasio y en todos los grupos demográficos y participantes, la introducción de sustitutos de la sal redujo la presión arterial.
Tracy Parker, dietista de salud cardíaca en la Fundación Británica del Corazón, dijo al periódico The Guardian que el estudio fue un "recordatorio útil" para mirar más allá de la sal. "Si bien los sustitutos bajos en sal tienen menos sodio que la sal regular, todavía contienen potasio, que puede no ser adecuado para algunas personas con un problema cardíaco", añadió.
Los últimos hallazgos sobre el impacto de la sal, se producen pocas semanas después de otro estudio, del European Heart Journal, sobre cómo la adición habitual de sal a los alimentos podría reducir la expectativa de vida general. Se encontró que en aquellas personas que regularmente agregaron sal a sus alimentos a la edad de 50 años, la esperanza de vida en las mujeres podría reducirse en 1,5 años y en los hombres en 2,28 años.