Las autoridades eclesiásticas de Matamoros, en el norteño estado mexicano de Tamaulipas, pidieron este martes a los sacerdotes portar de manera permanente su atuendo clerical e identificaciones para reducir el riesgo de que sean asesinados.

La petición se produce tras la muerte del párroco Marco Antonio Durán a causa de un disparo en el pecho, cuando el sábado pasado quedó en medio de un fuego cruzado entre soldados mexicanos y presuntos sicarios.

Ante esos acontecimientos es preferible utilizar la vestimenta clerical "para que sepan que somos hombres de paz, que solo buscamos vincular a las familias, fomentar la unidad y la armonía en nuestros pueblos", dijo a la prensa el administrador diocesano, Roberto Sifuentes.

"Les hemos pedido a los padres que se identifiquen" y desde hace tiempo "convocamos a los sacerdotes a que usen las camisas clericales", apuntó Sifuentes, quien destacó que es "mejor hacerlo" así ante la violencia que vive la ciudad fronteriza a causa de la guerra que libran los carteles de las drogas.

"Nosotros seguiremos trabajando con mucha fuerza y alegría llevando el evangelio. Esto no va a mermar que sigamos yendo a las colonias", añadió.

Los feligreses católicos despidieron ayer a Durán en una misa de cuerpo presente que encabezó el obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz, extitular de la diócesis de Matamoros, quien defiende la necesidad de hacer un frente común para impulsar iniciativas de paz.