Rusia y Turquía llegan a un acuerdo ‘desafiante’

El acuerdo de gas entablado la semana pasada entre Moscú y “un miembro clave de la OTAN”, Turquía, puede “desafiar al imperio anglo-americano y, en definitiva, destruirlo”, opina Rick Staggenborg, colaborador del portal OpEdNews.

Staggenborg, médico y excandidato al senado estadounidense, considera que debido a esta “valiente” decisión, Turquía pone en peligro su posición entre sus aliados occidentales, ya que socava los esfuerzos “intimidatorios” de la Unión Europea (UE) contra Rusia, pero al mismo tiempo este paso puede aumentar seriamente la influencia económica de Ankara  (capital de Turquía) en Europa.

Como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, continúa el columnista, no ha revelado claramente sus intenciones, la “cruzada quijotesca de Occidente” con el fin de conseguir el control de Oriente Medio terminará antes de lo que se creía posible.

“Parece que la coalición anti-Putin ha quemado ambos puentes entre los combustibles fósiles orientales y los mercados occidentales”, opina el médico, que está seguro de que el coste de la energía para los ciudadanos de la UE se disparará.

En primera instancia el gasoducto South Stream de 63.000 metros cúbicos iba a transitar a través de Bulgaria, miembro de la UE.

Luego de nuevas discusiones, Rusia canceló el proyecto, que suministrará gas al sur de Europa, y ahora el material fluirá a través de Turquía y Grecia.

Según expertos, el South Stream podría cubrir un 20% de las necesidades de gas de la UE. El jefe de Gazprom, Alexéi Miller, informó que durante esta reunión también alcanzaron un acuerdo sobre nuevas medidas para ampliar la capacidad de gasoducto Blue Stream de 16.000 millones a 19.000 millones de metros cúbicos de gas.