El viceministro ruso del Exterior, Serguei Riabkov, criticó la actitud deshonesta que mantiene Occidente respecto a la situación en Siria y denunció su política de doble rasero al proponer soluciones de la crisis en esa nación.

El diplomático ruso estimó que los acuerdos reflejados en el comunicado final de la conferencia de Ginebra del pasado 30 de junio deben ponerse en práctica al unísono y nunca por partes como pretende hacerlo Estados Unidos.

El viceministro se refería al consenso alcanzado en la ciudad suiza para llamar a todas las partes por igual en el diferendo sirio, tanto al ejército como a las formaciones armadas opositoras, a poner fin de inmediato a la violencia, para luego pasar a un proceso de diálogo.

Entre tanto, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó ayer por unanimidad una extensión “final” de 30 días de la misión de observadores de Naciones Unidas en Siria (Misnus).

Francia, Alemania, Portugal y Reino Unido presentaron la propuesta para ampliar el mandato de la Misnus, que expiraba ayer.

Los 300 observadores no armados y los 100 civiles que la ONU había desplazado a Siria suspendieron sus operaciones el 16 de junio por el incremento de la violencia.

Rusia y China vetaron el jueves una resolución propuesta por países occidentales que amenazaba con imponer sanciones contra el régimen de Bashar al Assad, si las tropas seguían utilizando armas pesadas 10 días después de la aprobación del texto.

La resolución aprobada ayer deja la puerta abierta a que el mandato de la Misnus pueda ser extendido si el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, “informa y el Consejo de Seguridad confirma el cese del uso de las armas pesadas y una disminución de la violencia”