Roberto Lavagna, el elegido del peronismo argentino
El peronismo sueña con un candidato presidencial que aglutine no sólo a sus seguidores sino también al “voto bronca” contra el presidente Mauricio Macri y ya tiene un nombre en carpeta para volver al poder en las elecciones de fines de 2019: Roberto Lavagna.
El exministro de Economía durante el mandato del presidente provisional Eduardo Duhalde (2002-2003) y del primer tramo de la gestión de Néstor Kirchner es visto con buenos ojos por casi todos los sectores en pugna dentro del partido. Todos menos uno, el “kirchnerismo”, que no solo lo ve con desconfianza sino que podría quedarse solo y con un piso de votos muy interesante pero un techo acotado que le pone un freno a la posibilidad de candidatura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
¿Por qué Lavagna puede ser el nombre elegido en la lista peronista? Muy simple: es el único con una muy buena imagen. Incluso se podría afirmar que es el único dentro del movimiento fundado por Juan Domingo Perón cuya imagen positiva supera holgadamente a la negativa.
Según un sondeo realizado por las consultoras DAlessio Irol y Berenzstein, se ubica en un expectante tercer lugar entre los dirigentes mejor posicionados de cara al 2019 con un 49% de imagen positiva contra un 35% de negativa.
Delante suyo se ubican dos referentes del gobierno, en primer lugar la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal (57% a favor y 37% en contra) y la diputada Elisa Lilita Carrió (51% a 43%). Cuarto aparece Macri con 45% a 43%, el peor guarismo desde su asunción hace dos años y medio, golpeado por una grave crisis cambiaria que disparó el índice de inflación a casi 30 por ciento anual según las proyecciones de economistas.
La postulación de Lavagna es respalda por varios dirigentes peronistas. “Estoy convencido de que Lavagna es un hombre muy experimentado. Hay que ir armando equipos. Me gustaría un Lavagna candidato”, dijo el expresidente Duhalde.
Actualmente Lavagna forma parte del Frente Renovador, uno de los varios sectores en que está dividido el peronismo y que comanda el excandidato presidencial y diputado nacional Sergio Massa, a quien los sondeos no lo benefician.
En general este economista de 76 años goza de respeto, en especial por su fama de hombre serio y honesto y porque comandó el ministerio de Economía tras la crisis del 2001 logrando estabilizar las finanzas del país y un crecimiento sostenido en un marco favorable por los entonces elevados precios de los “commoditys”, en primer lugar la soja. En su gestión, que se extendió hasta 2005, el PIB creció un promedio de 8% anual.
En contra le juega el hecho de no ser un dirigente carismático o conocido y que además ya intentó llegar a la presidencia sin suerte, en las elecciones del 2007. Fue el postulante de la alianza Una Nación Avanzada (UNA) que aglutinaba a peronistas no kirchneristas, dirigentes de la centenaria Unión Cívica Radical (UCR, hoy en el gobierno de Macri) y partidos provinciales. Con sólo 16,89% de los votos se ubicó en el tercer lugar detrás de Cristina Kirchner y Elisa Carrió.
Lavagna rompió en esos comicios con el kirchnerismo y desde entonces su figura fue mal vista por la dirigencia del movimiento fundado por Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández. Por ello, el visto bueno dado a su candidatura por distintos exponentes del peronismo choca con el frente interno que blinda a la expresidenta.
Lavagna, según el diario El Cronista Comercial, ya dio su aprobación. Quiere ser el candidato que rompa con la división entre “macristas” y “kirchneristas”.
La única condición que puso el economista es no ser el candidato del peronismo, sino de una coalición mayor que aglutine a otras fuerzas políticas pero de la que estarían excluidas las huestes de la exmandataria. (I)