“Bienvenida a América”, dice el título de la revista Time. La imagen dice todo: una niña migrante se enfrenta al imponente presidente Donald Trump que, desde el lado derecho de la portada, le impide el paso a Estados Unidos.

La política de su administración “tolerancia cero”, que separó a los niños de los padres que están detenidos por ingresar ilegalmente, se convirtió en gran espejo al carácter moral de EE.UU. “Este reflejo es percibido con indiferencia ante el sufrimiento humano”, expone CNN.

La ilustración de la portada tiene una historia. La niña que aparece en la gráfica está recortada de una imagen de John Moore, fotógrafo ganador del Pulitzer que años inmortaliza a los migrantes que intentan cruzar la frontera de México a EE.UU.

“Este fue difícil para mí. Tan pronto como terminó, los subieron a una furgoneta. Tuve que parar y respirar profundamente”, explicó Moore a la revista Time. La niña hondureña, de 2 años, lloraba, mientras su madre era detenida en McAllen, Texas. “Todo lo que quería hacer era recogerla. Pero no pude”.

De acuerdo al portal de la revista, “el poder de la imagen, que apareció cuando críticos del espectro político atacaron la política ahora invertida del presidente Trump, los editores de Time seleccionaron la fotografía de Moore para crear una ilustración que incluyó a Trump, para  la tapa de su revista”.

La portada es para la edición del 2 de julio de Time, que aparecerá en los quioscos la semana del Día de la Independencia (4 de julio).

El decreto de Trump

La llamada política “tolerancia cero” de la administración Trump lleva a los detenidos bajo custodia federal inmediatamente después de cruzar la frontera. Los niños no pueden seguir a sus familiares o tutores bajo custodia, por lo que EE.UU. estipula que los menores deben separarse de sus padres.

Tras la condena nacional e internacional, que incluye miembros de su bancada republicana que ven la postura como un peligro para obtener votos en las elecciones  legislativas -a diferencia de las presidenciales en este comicio se utiliza el voto directo de los ciudadanos para elegir a los ganadores-, esta semana, el presidente firmó un decreto echando para atrás parte de esta política.

Sin embargo, este decreto no especificó ninguna solución para los niños que están detenidos o transportados alrededor del país sin sus padres que cruzaron la frontera con ellos.

Según cifras oficiales desde hace un mes, tiempo en el que se aplicó “tolerancia cero”, hay 2.300 niños retenidos. Sin embargo, la cifra global de los menores que están alejados de sus padres desde 2017 es de 11.700. En total existen 100 albergues distribuidos en 17 estados.  

“No fue una rendición. La guerra del presidente contra la inmigración, tanto ilegal como legal, continúa”, indica un artículo en The Washington Post.

El miércoles 20 de junio Estados Unidos se retiró del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), anunció la representante estadounidense, Nikki Haley, quien calificó a esa instancia como un “nido de motivaciones políticas”.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU fue creado en 2006, para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos, y está formado por 47 países miembros escogidos por mayoría absoluta en la Asamblea General.

La votación del Congreso

La Cámara de Representantes del Congreso estadounidense postergó para este viernes 22 de junio el voto a dos proyectos de ley sobre seguridad fronteriza, bajo una enorme presión para responder al escándalo por la separación de miles de niños de familias migrantes.

La espectacular controversia por el impacto de las fotografías de los menores cuando son separados de sus padres y la de los centros de retenciones gigantes que parecen jaulas multiplicó la presión sobre los legisladores para definir una salida legal a la situación.

El miércoles el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, anunció a la prensa que era necesario “aplicar leyes sobre inmigración sin romper las familias”.

Uno de los proyectos en disputa define una orientación de “mano dura” en la frontera. El otro es llamado “de compromiso”, ya que incluye concesiones de los dos partidos para tratar de avanzar en una legislación pasible de ser aprobada.

Sin embargo, la noche del miércoles 20 de junio Trump aclaró en una reunión en Minnesota que espera que la orden cambie el debate sobre la inmigración hacia el terreno en el que confía más ganar.  

“Firmé una orden ejecutiva (entonces) vamos a mantener unidas a las familias, pero la frontera será tan dura como lo ha sido”, exclamó Trump. “A los demócratas no les importa el impacto de la migración descontrolada en sus comunidades, sus escuelas, sus hospitales, sus trabajos o su seguridad. Los demócratas ponen a los inmigrantes ilegales ante los ciudadanos estadounidenses. ¿Qué diablos está pasando?”.

En medio de la controversia, ayer la primera dama estadounidense, Melania Trump, efectuó una visita al estado de Texas y tenía en agenda recorrer albergues y un centro de procesamiento de migrantes de la guardia fronteriza. (I)