El calvario continúa para la exprimera dama del Perú, Nadine Heredia. Es verdad que la tarde del pasado martes la Segunda Sala Penal de Apelaciones ordenó levantar las condiciones que evitaban su salida del país, en el marco del proceso de investigación por supuesto lavado de activos entre 2006 y 2011. Pero es verdad también que, apenas difundida esta orden del Poder Judicial, la Fiscalía, encargada de desarrollar las pesquisas en el caso, se ha puesto a trabajar inmediatamente para evitar que Heredia deje Perú.

El cambio de las condiciones judiciales de Heredia se da a pocos días de que Marcelo Odebrecht, principal de la constructora brasileña, confirmara el aporte de $ 3 millones a la campaña que llevó a Ollanta Humala al poder, en 2011 y en la que Heredia fue pieza principal. La investigación que la fiscalía sigue contra ella y su esposo, precisamente hurga en esos aportes provenientes de Brasil y otros tantos que se suponen son venezolanos, para dilucidar si el origen y uso que tuvo ese dinero fue legal.

Por eso, Germán Juárez, fiscal encargado de la investigación, ha tildado el fallo judicial de “incongruente”. La autoridad no se explica cómo, tras el aparecimiento de más pruebas, las reglas de restricción para la salida del país puedan modificarse en el caso de Heredia.

“Hace unos días la misma sala que emitió una restricción de salida local para Ollanta Humala, ahora hace todo lo contrario con su esposa”, sentenció Juárez.
Voces como la suya sumaron tal presión que la Segunda Sala Penal tuvo que emitir un comunicado explicando la razón de su fallo: las pruebas del ingreso de 3 millones de

Odebrecht, de acuerdo con estas explicaciones, no forman parte del cuaderno de variación de conducta, documento que rige el comportamiento judicial de Heredia mientras tenga la condición de investigada.

“Nuestros enemigos políticos quieren lincharnos, quieren vernos en la cárcel… no hay planes de Nadine para dejar el país, nuestra prioridad es colaborar con las investigaciones judiciales”, dijo su esposo, Ollanta Humala, en una férrea defensa de los hechos. Otras voces cercanas a Heredia, como la del excongresista Santiago Gastañadui, han mencionado lo contrario: la exprimera dama aprovecharía esta variación en las normas para retornar a Ginebra y tomar posesión de su cargo como Coordinadora de Enlace de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), institución que permitió una licencia sin goce de haber a Heredia mientras su situación legal se aclaraba en el país.

Ahora, bajo el nuevo panorama, nada puede impedir el retorno a la FAO, desde donde Heredia tendrá que viajar, al menos en teoría, cada 30 días a Perú para pasar su control biométrico: única condición impuesta por el Poder Judicial.

Pero el fiscal Juárez no quiere dar el caso por cerrado. Desde su territorio insiste en ver a la decisión de los magistrados como una posible obstrucción a las investigaciones que él lleva adelante. Diligencias y papeleos inmediatos tras el fallo, apuntarían, de acuerdo con sus declaraciones, a buscar la orden de prisión preventiva de Heredia o el impedimento definitivo de salida del país. Evitar una “fuga” es la consigna principal de Juárez.

César Sahuanay, presidente de sala que falló a favor de la exprimera dama indicó que si Nadine Heredia y el expresidente Ollanta Humala están con una comparecencia restringida es porque el Ministerio Público no ha podido sustentar una medida más grave. (I)