Reserva Federal de EE.UU. se reúne ante turbulencia financiera
La Reserva Federal (Fed) de EE.UU. abordará mañana en su reunión mensual sus menguadas opciones para hacer frente a las turbulencias financieras globales, a las que se han sumado la degradación del crédito soberano y un derrumbe de los mercados de valores.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal, que anunciará sus decisiones a las 18.15 GMT del martes, se reúne tras dos semanas de indicadores económicos desalentadores y una riña política en Washington sobre el endeudamiento de Estados Unidos.
Es la primera también que se celebra después de que este fin de semana la agencia de calificación de crédito Standard and Poors rebajara a AA+ la calidad del crédito estadounidense, que hasta ahora siempre se había mantenido en AAA.
Los analistas en su mayoría creen que la Reserva continuará con su política monetaria generosa, que mantiene la tasa de interés de referencia por debajo del 0,25 % desde diciembre de 2008, pero no ven muchas herramientas adicionales del banco central en la coyuntura financiera.
En junio pasado, la Fed completó su segunda ronda de adquisiciones de bonos del Tesoro -esta última de 600.000 millones de dólares- y ratificó su decisión de empezar la retirada de los sustanciales estímulos monetarios que impidieron el colapso económico durante la recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas.
Una de las misiones esenciales de la Reserva es controlar los riesgos de inflación. Una tercera tanda de inyecciones de dinero en el sistema financiero podría contribuir a un alza acelerada de los precios.
Por ello, la mayoría de los economistas cree que, aunque la Reserva mantendrá su actual política monetaria, tendría serias dificultades en su Comité de Mercado Abierto y en el actual contexto político para lanzar una tercera ronda de compras de bonos del Tesoro.
Una de las herramientas posibles es la rebaja del interés -actualmente del 0,25 %- que la Fed empezó a pagar a los bancos en medio de la turbulencia financiera de octubre de 2008 para que guarden en el banco central sus reservas de dinero.
La intención entonces fue establecer un "suelo" en las tasas de interés del mercado, impidiendo que algún banco prestara dinero con interés más bajo que el que podía obtener de la Reserva. De hecho muchos bancos encontraron que el 0,25 % que les paga el banco central es el mejor interés que pueden obtener por la custodia de su dinero.
El propósito sería alentar a los bancos a que retornen al mercado las cuantiosas reservas de dinero que han acumulado desde que el Gobierno de Estados Unidos los salvó en 2008, y cuya retención ha dificultado el crédito y la inversión empresarial.
Pero la Fed no puede bajar mucho más esa tasa, por lo cual el impacto sería menor.