Represión policial deja 10 heridos en el Encuentro de Mujeres en Argentina
Una decena de personas resultaron heridas el domingo en un choque entre manifestantes y policías durante una marcha en el marco del Encuentro Nacional de Mujeres de Argentina, informaron fuentes de los sistemas de salud.
Los enfrentamientos comenzaron cuando miles de asistentes al Encuentro marchaban la noche del domingo hacia el Monumento a la Bandera en la ciudad de Rosario, tercera del país, a 300 Km al norte de Buenos Aires.
Un grupo que se desprendió de la columna principal intentó acercarse a la Catedral, pero fue dispersada por la policía con disparos de balas de goma y gases lacrimógenos, según imágenes de los canales de noticias y videos en las redes sociales.
La agencia estatal Télam reportó que su reportero gráfico José Granata tuvo que ser hospitalizado por haber recibido impactos de balas de goma en la cara y el cuerpo. También fue herido el periodista Alberto Furfari, de Canal 5 de Rosario, según Télam. Otros ocho manifestantes fueron atendidos en centros hospitalarios.
Unas 70.000 personas participan en Rosario del XXXI Encuentro femenino, según los organizadores. Los mitines, talleres y asambleas realizados entre el sábado y domingo fueron caja de resonancia de problemas de género, entre ellos la discriminación laboral y los feminicidios.
En el documento principal de la reunión se indicó que las mujeres sufren más que los hombres los males de la pobreza por sus obligaciones familiares. "Las mujeres somos las que sostenemos nuestros hogares cuando la transferencia de recursos a los ricos y poderosos atacan de lleno al pueblo trabajador", se agregó en el manifiesto.
Las activistas indicaron también que "esta sociedad injusta agrava día a día nuestras condiciones de vida por el sólo hecho de ser mujeres". Del Encuentro participaron numerosos movimientos de género, entre ellos 'Ni una Menos', que reclama al Estado tomar medidas drásticas para disminuir o poner fin a los feminicidios.
En Argentina, cada 30 horas una mujer muere a manos de su pareja o expareja, según la asociación civil La Casa del Encuentro. (I)