La represión contra manifestantes pacíficos en una aldea de Bahrein (Asia) desencadenó violentos enfrentamientos que causaron decenas de heridos, incluidos tres policías, confirmaron ayer fuentes oficiales y opositores chiítas, al dar versiones distintas del suceso.

Dirigentes de la Asociación de Jóvenes de Bahrein por los Derechos Humanos y del partido El-Wefaq denunciaron una brutal embestida de fuerzas antidisturbios contra cientos de personas que exigían reformas democráticas y la liberación de presos políticos.

La irrupción de los agentes leales al rey Hamad Bin Issa Al-Khalifa en esa aldea de la periferia de Manama trató de silenciar las demandas de igualdad de derechos políticos para la mayoritaria población chiíta en esta isla del Golfo Pérsico gobernada por sunitas. V

oceros de la oposición aseguraron que la carga policial fue intensa cuando se reclamó la excarcelación del activista de derechos humanos Abdulhadi Al-Khawaja, cuya salud se deteriora tras 77 días en huelga de hambre, y de su hija Zainab, detenida durante siete días.

Efectivos de seguridad dispersaron la concentración con disparos de balas de goma y gases lacrimógenos; los opositores respondieron con cócteles molotov.