Reino Unido tendrá 'estatus especial' en la UE
El primer ministro británico, David Cameron (foto), recomendará a los británicos votar a favor de la permanencia en la Unión Europea (UE), tras conseguir ayer un acuerdo que da a su país un “estatus especial” dentro del bloque.
“Este acuerdo está a la altura de las promesas que hice al principio del proceso de renegociación. El Reino Unido estará permanentemente fuera de una unión más estrecha, y nunca será parte de un superestado europeo”, dijo en conferencia de prensa en Bruselas.
“Creo que es suficiente para recomendar que el Reino Unido siga en la UE”, destacó Cameron. “He negociado un acuerdo para dar al Reino Unido un estatus especial en la UE”.
El primer ministro presentará hoy el texto a su gobierno en Londres y el lunes al Parlamento, antes de anunciar la fecha del referéndum. Ello servirá para que arranque una campaña que dividirá a su gobierno y a su partido, entre europeístas y antieuropeos, muy abundantes entre los conservadores.
Cameron explicó algunas de las ventajas del acuerdo. El Reino Unido no tendrá que financiar a los países de la Eurozona que atraviesen problemas; sus empresas no serán discriminadas por no usar el euro, dará nuevos poderes para deportar a delincuentes europeos que lleguen al país, y podrá limitar durante siete años algunas ayudas sociales a los inmigrantes.
Para alcanzar el pacto fue necesario también limar algunas diferencias, como la preocupación de Francia respecto a un tratamiento desigual de la banca a favor de la City de Londres, la industria de los servicios financieros en Reino Unido.
Los socios europeos de Londres también se felicitaron por el desenlace de esta cumbre.
“Acuerdo. Hay apoyo unánime”, anunció el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. “Estoy muy feliz. Es justo con el Reino Unido, justo con los otros 27 Estados”, escribió el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
La presidenta lituana Dalia Grybauskaite fue la que dio la primicia: “se acabó el drama”, sentenció. “Es un buen compromiso, que espero que sirva para mantener a Gran Bretaña en la UE”, escribió el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka.
Tras alcanzar el laborioso acuerdo, durante una cena de trabajo, el primer ministro británico David Cameron tiene ahora las manos libres para volver a Londres y convocar el referéndum sobre la UE, en el que pedirá el voto a favor de seguir en el bloque.
Cameron había llegado a Bruselas con cuatro demandas, resumidas en la aspiración de quedar al margen de los siguientes pasos en la integración europea y recuperar viejas competencias.
Las 4 peticiones eran poder limitar las ayudas sociales a los inmigrantes europeos, quedar al margen de los próximos pasos hacia una mayor integración europea, que el mercado único mejore su competitividad y proteger a la City bancaria de Londres de las decisiones de la Eurozona.
Ayer, Cameron se reunió con los líderes reticentes al pacto tras una noche prácticamente en blanco. Poco antes, se solventó la amenaza griega de vetar un acuerdo que debe adoptarse por unanimidad.
Atenas condicionó su aprobación a que no se cierren sus fronteras para evitar el paso de refugiados a la Unión Europea, tal y como se había especulado.
La oposición británica, desde los laboristas al UKIP, acusó a Cameron y sus socios de exagerar las dificultades para que el acuerdo sea más valorado por los británicos.
Un sondeo de opinión de TNS y difundido ayer revela la división que genera este asunto en la sociedad británica: el 36% estaría a favor de salir de la UE, el 34% desea seguir en el club comunitario, el 23% se encuentra indeciso y un 7% no votaría en el referéndum. (I)