Reino Unido logra preacuerdo para evitar una frontera dura en Irlanda
En marzo de 2019 el mapa de Europa no será el mismo tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), un proceso llamado Brexit. Y en el centro de este cambio está Irlanda, que ha sido un escollo en las negociaciones ya que se busca una solución para evitar una frontera física entre la República de Irlanda y la provincia de Irlanda del Norte.
En la actualidad la frontera, de 499 kilómetros, entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda es meramente simbólica y no utiliza retenes, revisiones gubernamentales ni infraestructura fronteriza.
Por lo tanto, el Gobierno británico y la UE están en contra de cualquier tipo de “frontera dura” que volviera a tensar las relaciones históricas en la región (recordemos el conflicto étnico y político que enfrentó a los unionistas de Irlanda del Norte, mayormente protestantes, y a los republicanos de Irlanda, la mayoría católicos, entre finales del 60 y hasta los Acuerdos del Viernes Santo de 1998).
En diciembre pasado el gobierno de Theresa May y la UE acordaron que, en caso de un Brexit “sin acuerdo” (que no se pacte la salida y/o la nueva relación de Reino Unido con la UE), se alinearán las políticas regulatorias entre Irlanda del Norte y la República.
Sin embargo, días después el partido Unionista Democrático (aliado de May en Irlanda del Norte y que permitieron formar gobierno en 2017 al sumar sus 10 parlamentarios a la coalición) echaron abajo el acuerdo tras argumentar que no fueron consultados por la primera ministra.
Esta situación llevó a la UE a proponer un trato “especial” para Irlanda del Norte, que, esencialmente, implicaría que esta región permanezca alineada a las regulaciones de la UE para así evitar el “endurecimiento” de la frontera y no poner en riesgo la paz en la región.
Pero el Gobierno británico inmediatamente rechazó esa postura, ya que, según la primera ministra, dar un trato distinto a una parte de Reino Unido pondría en riesgo la integridad territorial de su nación.
Principio de acuerdo
En este contexto y tras una ardua negociación de cinco horas, May anunció este miércoles 14 de noviembre que el gabinete de ministros dio su respaldo al principio de acuerdo alcanzado el martes con Bruselas sobre el Brexit. “La decisión colectiva del gabinete es que el Gobierno debe apoyar el borrador de acuerdo de salida”, aseguró.
Según May, la decisión de aceptar el pacto es por “interés nacional” de Reino Unido y destaca que es “el mejor que podría negociarse”.
La primera ministra llegó a un principio de acuerdo con los negociadores de Bruselas, que salva el gran escollo que estaba pendiente, la solución para que la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte permanezca tras el Brexit, tal y como hasta ahora, sin barreras físicas.
Según los medios, el documento incluye una salvaguarda para evitar el restablecimiento de una frontera entre las dos Irlandas después de que el Reino Unido abandone el bloque de los 27.
La cláusula prevé que todo Reino Unido permanecerá temporalmente en una unión aduanera con la UE, mientras que se añadirán provisiones específicas para reforzar el alineamiento de Irlanda del Norte con el área económica y las reglas del mercado único comunitario.
“Esta es una decisión que se someterá a un intenso escrutinio -indicó May-, y que es completamente como debería ser, y completamente comprensible”.
Tras obtener el apoyo del gabinete al borrador del acuerdo, May comparecerá este jueves 15 de noviembre en la Cámara de los Comunes para explicar los detalles a los diputados. El acuerdo deberá todavía ser refrendado por el Parlamento británico, así como por los 27 socios de la UE.
Entre tanto, los embajadores de los 27 se reunieron en Bruselas, un encuentro que ya estaba previsto y centrado en los movimientos en Londres. De hecho, el negociador jefe comunitario, Michel Barnier, calificó el acuerdo como el “paso decisivo para terminar las negociaciones” en una comparecencia poco después de las palabras de May.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, consideró que se alcanzó un “progreso decisivo” en las negociaciones del Brexit.
Irlanda respalda acuerdo
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, destacó ante el Parlamento irlandés que el texto protege el proceso de paz en la isla de Irlanda, una de las demandas planteadas por su gobierno.
Pero a raíz de las filtraciones, que apuntaban a una situación especial para Irlanda del Norte, los Unionistas de la provincia, de cuyo apoyo depende la mayoría conservadora en el Parlamento, advirtieron que no apoyarán ningún acuerdo que implique diferencias entre Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido.
Así las cosas, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, también reclamó que esta región del Reino Unido tenga las mismas oportunidades que Irlanda del Norte de permanecer en el mercado común cuando se materialice el Brexit. (I)
El proceso
Frontera
Con la salida de Reino Unido de la UE, los 499 km que separan la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda se convertirán en la principal frontera terrestre del país (aunque habrá otra entre Gibraltar y España).
8 por ciento del PIB podría perder la economía británica con una salida de la UE sin acuerdo comercial.
Controles
Si Reino Unido sale del mercado único y la unión aduanera habría que instaurar controles fronterizos. (I)