Reino Unido, indignado por decapitación del rehén británico
El Reino Unido esperaba que Alan Henning no corriera la misma suerte que otros rehenes debido a su trabajo humanitario en ayuda de los musulmanes. Por eso el país estaba este sábado conmocionado por su ejecución a manos de los yihadistas del Estado Islámico.
El primer ministro David Cameron, la comunidad musulmana y allegados rindieron un homenaje al taxista de Manchester, secuestrado en diciembre cuando acompañaba un convoy humanitario en Siria.
"Alan Henning era un hombre de paz, gentil y de gran corazón. Su muerte es un acto odioso que no responde a nada, que es absolutamente imperdonable. Vamos a utilizar todos nuestros medios para encontrar a los responsables (...) y vencer a esta organización despiadada, sin sentido y bárbara", dijo David Cameron el sábado a la salida de una reunión de crisis.
"Alan era un amigo de los musulmanes y los musulmanes le van a llorar", dijo Shuja Shafi, el secretario general del Consejo Musulmán de Gran Bretaña. "El islam no solo no condena estos crímenes sino que los prohíbe", recordó Mohammed Shafiq, presidente de la Ramadhan Foundation.
Los amigos de la víctima han destacado el compromiso de Alan Henning, que a los 47 años, llegó hasta a lavar autos para recaudar fondos.
"Era muy generoso, humilde y valiente. Se preocupaba por la gente, independientemente de su religión. Ayudaba a los niños, a las viudas, a la gente que el mundo entero había abandonado", explicó el sábado a la BBC Radio 4 Majid Freeman, que le acompañó en Siria.
La suerte del trabajador humanitario, que apareció en un vídeo del EI el 13 de septiembre, ha conmocionado y ha movilizado al Reino Unido.
Su mujer, Barbara, había pedido en varias ocasiones la liberación de un hombre no solo inocente sino admirable que "se fue voluntario con sus amigos musulmanes para ayudar al pueblo sirio".
La comunidad musulmana británica también pidió su liberación. "Incluso personas consideradas extremistas pidieron la liberación de Alan Henning", insistió en la BBC Peter Neumann, director del Centro Internacional del Estudio de la Radicalización.
Estos llamados y el hecho de que Alan Henning ayudaba a una población mayoritariamente musulmana y que trabajaba para una ONG musulmana hicieron pensar que si los sanguinarios del EI podían perdonar la vida a alguien, ese alguien sería el taxista británico.
Pero "estos llamamientos no han cambiado nada", constató David Cameron.
La ejecución de Alan Henning "muestra a las claras que (los yihadistas del EI) no tienen límites", dice el profesor Peter Neumann.
La intransigencia de los yihadistas ha unido a la clase política británica. El viceprimer ministro Nick Clegg subrayó su determinación a "vencer este mal" y el líder de la oposición laborista Ed Miliband dio su apoyo al gobierno para perseguir a los autores de esta "muerte impactante y bárbara".
Mientras el EI recuerda en el mensaje de vídeo que Henning paga el precio de la reciente decisión del parlamento británico de autorizar bombardeos aéreos contra el grupo en Irak, nadie en el Reino Unidos se manifestó este sábado en contra de la intervención.
La tendencia más bien es la contraria, endurecer la posición. "No hace más que reforzar la determinación del pueblo británico", dijo el diputado conservador Mark Pritchard. "Casi lamento haber votado en contra de los bombardeos en Irak", dijo la parlamentaria laborista Fiona Mactaggart.
Los partidarios de la guerra instaron de nuevo que se amplíen los bombardeos contra el EI a Siria, aunque también ha habido críticas contra el gobierno británico por el "abandono" de Alan Henning.